El padre de las novias
por Suso AiraCuando en un momento de este ejemplo de la comedia más popular francesa a uno de los personajes le suena el teléfono móvil y escuchamos el tema principal de Las locas aventuras de Rabí Jacob, todo lo que llevábamos pensando sobre el film se confirma al instante. Incluso, minutos después, se cita expresamente a ese inolvidable y exitoso vehículo cómico cinematográfico a mayor gloria del genial Louis de Funès. Porque, sí, Díos mío, ¿pero qué hemos hecho? es una película de Louis de Funès con todas las de la ley y con todos los tópicos que configuraban sus vodevilescas tramas. Tópicos y tics, estos últimos asumidos y hechos suyos por otro humorista, otro comediante, otro rey de la carcajada galo como es Christian Clavier.
Clavier encarna al homo de Funès por antonomasia: gruñón, irascible, facha… y puede que buena persona a su manera. Se advierte en Clavier algo más que la mímesis con su colega ya fallecido: plantea un sutil estudio/homenaje sobre la persistencia de ese tipo de francés medio en un siglo XXI y una sociedad multicultural. Se trata de un detalle (generoso y estimulante) que nace más de cómo el actor ejecuta su rol que con lo que el guión (tan efectivo como carente de originalidad) o la labor de la pareja de directores (simples ilustradores de algo que funciona por sí solo) añaden a la función. Inofensiva pese a su supuesta crítica a la xenofobia, la película no pretende nada más que arrancar sonrisas y risas, algo que casi siempre consigue. Pero eso sí, no nos engañemos, todo esto antes lo mirábamos mal, fuera con Louis De Funès encabezando el cartel o con nuestro Paco Martínez Soria. Porque sí, esta sería una película de Paco Martínez Soria solamente cambiando la nacionalidad. Y… ¿les confieso algo política y cinematográficamente incorrecto? Prefiero a Martínez Soria antes que a los apellidos vascos esos.
A favor: Apostar/recuperar un tipo de comedia muy popular.
En contra: Es una película muy conservadora en el fondo.