UNA SECUELA ATRACTIVA
Ese es mi puntapié para comenzar hablando de Far From Home. Ya con Homecoming habíamos tenido suficiente material como para deducir qué nos depararía el futuro de la franquicia arácnida. Y claramente, Marvel sigue apostando a ello. Realmente comprendo a aquellos fans que no encuentran empatía con Tom Holland, pero hay que entender que el rumbo que Marvel le otorgó a esta versión del arácnido se diferencia bastante de las anteriores dos presentadas, quizás, con aires mayormente adultos y serios en ciertos sentidos. Sin embargo, tanto Homecoming como Far From Home toman un camino alternativo, uno del que ya nos hemos deleitado ya sea en series, videojuegos y hasta cómics. Hay muchas versiones del trepamuros, y que ésta no sea la más pedida por los fanáticos en su generalidad no la cataloga como una mala adaptación.
Desde el vamos, Far From Home resultaba atractiva ya por sus gratos avances en pantalla que dejaban ver, al menos minuciosamente, las secuelas que dejaría un evento de las magnitudes de End Game. Evento para nada minúsculo dentro del mundillo que nos rodea. A decir verdad, son pocas las referencias que encontramos ante dicha eventualidad, aunque ya sea para bien o para mal, hay que entender que es un contexto que ya pasó, por lo que ninguna película de cara al futuro debería tener razones por las que retroceder. Por supuesto, el sentimentalismo ante End Game no queda exento ante la muerte de Tony Stark (alias Iron Man) y los vacíos que su despedida ha dejado en cada uno de los integrantes principales de esta película. Guste o no, Marvel ha encontrado una figura paternal en esta adaptación del trepamuros que no necesariamente cae en la del ya fallecido tío Ben -aunque bien podrían darnos más pistas acerca de su pasado, pues si bien ya nos sabemos de memoria su historia, no está de más alguna que otra mención en su honor-. El Spider-man que aquí se nos plantea aún no abandona la adolescencia. Es más, quizá hasta él siente ser solo un niño. Y ese enfoque no está mal, pero claramente no será una figura superheróica con la que todos vayan a identificarse.
En Far From Home, no hay un héroe veterano, sino un adolescente topándose aún con las intenciones de buscar esa madures que lo catalogue como tal. Y debo admitir que a Tom Holland le cae realmente bien ese papel, y es una de las razones por las que siento que Marvel cree estar haciéndolo todo de maravilla con este personaje. Porque es un personaje que no se siente trillado dentro del mundo que lo rodea. No es un sujeto de prueba que ha obtenido poderes abrumadores, ni un genio sabelotodo que construye cuanta armadura le salga del ingenio, ni tampoco un experto en combate y sigilo; este es Peter Parker, adolescente de 15 años, cumpliendo con los deberes del día a día, tocado por la varita con superpoderes que aún no logra manipular del todo a gusto, y eso lo hace más real y, desde cierto punto de vista, más entrañable que cualquier otro héroe del UCM. Peter sigue buscando su camino, y lo bueno es que en verdad se plantean las intenciones del protagonista para mejorar y ser aquel héroe que su gente necesita. Pero para mejorar, a veces, hay que tropezar y caer, y eso es Spider-man tanto en Homecoming como en Far From Home. El ritmo de este Peter es más lento, y necesita de personajes de apoyo que lo sustenten y colaboren en su formación. Y el problema no es el reflejo que Marvel ha pintado en él con esta adaptación de su universo, sino lo malacostumbrados que hemos estado durante años al verlo en solitario y creer que sólo se las apañaría para todo. Pues aquí, no es así, y no está para nada mal que así sea.
Lo que tal vez no acaba de cerrar en esta secuela, es un trasfondo narrativo que no acaba siendo justo para todas las partes que lo componen. Si bien Marvel recae en la importancia que tiene en Peter los papeles secundarios que toman rol en su vida, no todos están ahí con justificadas razones. Digamos que hay momentos de la película que merecieron un mejor aprovechamiento, pero que han quedado en simples escenas de relleno cómico o diálogos que no aportan nada especial a la trama. Son poco más de dos horas de largometraje en el que no todos los minutos se exprimen al máximo, cosa que considero que Homecoming logró con un poco más de eficacia, sin ser mucho mejor en perspectiva. El humor continúa, y es una cuota positiva que nos deja carcajeando un puñado de veces a lo largo de la historia, pues no sienta mal que nos hagan sacar una sonrisa de vez en cuando. Sin embargo, hay partes de la trama que exceden esta característica, al punto de no tomarse muy en serio las situaciones que la misma historia plantea. El humor es sano e incluso necesario, pero hay que saber usarlo, y con saber usarlo no me refiero a meterlo a montones.
Pero no todo carece de encanto en esta matiz. No todos los personajes secundarios que acompañan al héroe pecan de esto. Tanto Happy como S.H.I.E.L.D. en general cumplen un rol fundamental en el armado argumental, y serán guías excepcionales para que Peter crezca y madura en su estado superheróico. Por ello, no nos encontramos ante una película del personaje absolutamente en solitario, sino en compañía de personalidades con una extensa experiencia en los contextos que pondrán en aprietos a Spider-man. Aprietos que serán desenvueltos por un gran Jake Gyllenhaal en el lugar de Quentin Beck (alias Mysterio) encarnando uno de los mejores papeles antagonistas que hemos visto en las películas del lanzaredes y todo el UCM. Lo cierto es que podemos llevarnos alguna que otra decepción, pero no precisamente por Mysterio en sí que, repito, está genialmente adaptado, sino en ciertos tramos de la narrativa que nos harán arquear la ceja y preguntarnos si hemos sido parte de un timo durante todo este tiempo. En simples palabras: no todo lo que un trailer muestra, acabará siendo así. Mejor dejémoslo ahí.
En síntesis, Far From Home es una película disfrutable que no rechaza a ninguno de los públicos al que le apetezca verla. Es cierto que hay momentos de relleno, que pueden dejarnos una sonrisa, eso sí, pero que están ahí por el mero hecho de alargar una duración que podría haberse aprovechado mejor con un poco más de ingenio, pues la historia que se nos presenta resulta bastante interesante y podría haber dado bastante más tela que cortar (en este punto ya me meto en el timo que mencioné anteriormente). Hay grandes escenas de acción que repliegan un asombroso trabajo en los efectos especiales con un CGI a la altura de la generación que nos compete, lo cual dejará más que satisfechos a los más apasionados de la acción y la aventura. La BSO se deja apreciar bastante, quizá sin estar a la altura de las dos sagas anteriores, pero cumpliendo al fin y al cabo.
Lo mejor de Spider-man: Far From Home
- Mysterio. Probablemente, lo mejor de la película. Sus escenas son realmente un lujo visual y acaba siendo la amenaza que todos esperamos de él.
- Cuenta con varias cuotas de humor ingeniosas, aunque en exceso.
- Visualmente es un trabajo muy redondo y hasta mejora en ciertos aspectos frente a Homecoming.
- El final. No tienen desperdicio los últimos 40 minutos, abarrotados de acción y con una sensación que nos deja de estar viendo a un Spider-man que lucha por el bien general, pero también por ser él mismo un héroe a la altura de las circunstancias.
Aspectos a mejorar en Spider-man: Far From Home
- Que muchos de los eventos recaigan una y otra vez en Iron Man. Marvel brinda razones para que esto suceda, pero olvidan por completo la figura paternal del tío Ben y hasta de la propia tía May.
- El humor es un aspecto de doble filo. Te reirás a montones, pero hay secuencias que lo que menos piden es precisamente humor y más seriedad.
- La historia nos "trolea" un poco a la mitad de la película. Personalmente, hubiera optado por lo propuesto en un principio y no desecharlo así como así.
SPIDER-MAN: FAR FROM HOME
C+ - "BUENA"