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    Espías
    Críticas
    3,0
    Entretenida
    Espías

    Y entonces llegó ella...

    por Suso Aira

    Todos aquellos que nos quedamos un tanto huérfanos tras la inesperada y triste muerte de John Candy recibimos un inusitado alivio cuando vimos que había regresado reencarnado (algo que al orondo cómico le habría encantado, a él y al karma cósmico del humor) en las también rollizas carnes de Melissa McCarthy. Los tics y características de Candy se repiten en la (menos cándida, eso sí: tiene la actriz fugas hacia lo escatológico y el noble arte del insulto dignos de otro gordo fiambre ilustre como era Chris Farley) siempre eficaz McCarthy, dotada igual que el añorado protagonista de ¿Quién es Harry Crumb? (película de culto que tiene muchos puntos en común con esta entretenida y divertida Espías que hoy se estrena) de una mezcla de bonhomía, imán para crear el caos y un punto de ingenua mala leche. 

    Espías es la película que John Candy habría hecho en los 90, pero es sobre todo la película que todos los fans del tándem Melissa McCarthy/Paul Feig aguardábamos después de la notable La boda de mi mejor amiga y la un punto por debajo, pero primera intentona/prueba en la comedia de acción, Cuerpos especiales. Con un guión mejor trabajado que mezcla las inevitables coñas paródicas al género de espionaje (que va a vivir un revival este verano...y aquí Feig ya hace chistes sobre Operación U.N.C.L.E que aún no se ha estrenado) con cierta tendencia literaria ochentera anglosajona que hacía de la novela de espías un entretenimiento para el público femenino, moda que obtuvo eco tanto en cine (Jumpin Jack Flash) como en televisión (El espantapájaros y la señora King), el film de Paul Feig lo pone todo al servicio nada secreto de su estrella cómica femenina.

    Habrá gags o situaciones que gusten más o menos, que funcionen mejor o peor, pero que Espías es un vehículo para Melissa McCarthy eso no admite discusión y tiene sus pros y contras, dependiendo del grado de afinidad que se tenga con ella. Pero Feig y la propia cómica son lo suficientemente inteligentes para guardarse las espaldas con un par de serios escuderos que encajen los golpes de la payasa sin enarcar una ceja. Jude Law y especialmente Jason Statham son lo mejorcito de la comedia, un par de comediantes natos devolviendo sin problemas los saques de la Clouseau de turno.

    A favor: Statham y Law

    En contra: Si no aguantas a McCarthy...

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