Últimas opiniones : Creed. La leyenda de Rocky - Página 3

Muy buena, todavia no he visto ninguna de Rocky pero esta me ha encantado. Stallone esta genial y Michal tambien.

Es muy similar a Rocky 1 pero es bastante buena.
Imperdible para fanáticos de Rocky
Esta sería Rocky 7 pero arranca una nueva franquicia... se viene Creed 2.

Más de lo mismo. Espero que sea la última. No sé si aguantaría ver cómo se deprecia cada secuela más.
Quizás sea que la primera fue un mito insuperable.

Séptima entrega de la serie de películas en las que aparece el mítico personaje Rocky Balboa, interpretado por Sylvester Stallone. Se trata de un spin-off y también secuela que ha sido muy bien recibida por la crítica que la ha calificado como la mejor de toda la saga, quizá por ser la única cuyo guion no ha sido escrito por Sylvester Stallone. He de confesar que es la primera película de la saga que veo, no he visto muchas en las que aparece Stallone (Evasión o Victoria, Tango y Cash, Asesinos, Pánico en el túnel y poco más), sentía curiosidad por saber que le hizo merecedor de ganar un Globo de Oro y estar nominado al Oscar.
Adonis Johnson, al que todos llaman Donnie, es un hijo que tuvo el campeón de boxeo Apollo Creed fuera del matrimonio. Se trata de un niño conflictivo que ha crecido en reformatorios y casas de acogida hasta que en 1998 Mary Anne, la viuda de Creed, se encarga de él. Diecisiete años después, Donnie tiene un buen trabajo en una oficina en el que acaba de conseguir un ascenso, pero tiene el sueño de convertirse en boxeador profesional. A pesar de la oposición de Mary Anne, deja su trabajo y la ciudad de Los Ángeles para ir a Filadelfia con la esperanza de que Rocky Balboa, un viejo amigo y rival de su padre, acepte ser su entrenador.
Dirigida por Ryan Coogler y con un guion escrito por él junto a su amigo Aaron Covington, han sido capaces de crear una historia independiente, que busca su propio camino y aunque está llena de referencias al universo Rocky, no es necesario estar familiarizado con él para poder apreciarla. No obstante, me imagino que los admiradores del personaje se sentirán emocionados e invadidos por la nostalgia. Si nos olvidamos de Rocky y de Stallone, lo que nos queda es la típica película de deportes, con todos los clichés propios del género, una trama previsible y una duración excesiva (más de horas). A su favor habría que decir que las escenas de lucha están rodadas y coreografiadas con realismo y emoción y que contiene un plano secuencia impresionante que nos conducen dentro del ring para mostrar los golpes en primer plano.
El protagonista es Michael B. Jordan (Cuatro Fantásticos) que ofrece un buen rendimiento como el boxeador que quiere que le reconozcan por él mismo y no por su padre. Jordan no ha tenido suerte con la franquicia de Marvel, pero es bastante probable que le veamos de nuevo como Adonis Johnson. Su mentor, el hombre que le enseñará todo lo que sabe es Sylvester Stallone, me ha sorprendido gratamente con un personaje que le permite mostrar algún que otro registro y tiene un recorrido propio de su edad, usando el cerebro y no los puños. La nominación al Oscar es el premio en sí, que lo ganará hubiera sido ya pasarse. Otra de las sorpresas del reparto es la presencia de Phylicia Rashad, la que fuera mujer de Bill Cosby en aquella mítica sitcom de los 80. Aquí la vemos como Mary Anne, la viuda de Creed, un personaje que han interpretado antes Lavelle Roby y Sylvia Meals.
Creed es una nueva entrega de la saga Rocky, pero también es una película independiente que sabe abrir su propio camino ofreciendo una historia propia que marca el inicio de una nueva franquicia.

Iba con altas expectativas a ver esta película y lo que me lleve fue una gran decepción. Esta historia ya había sido vista con anterioridad y lo único que hace es reemplazar a Rocky por el hijo de Apollo, creo que la película recae en cliches, además de escenarios poco plausibles y una escena que me hizo reír innecesariamente.

Por cierto, a destacar la labor técnica de la primera pelea en una sola toma mostrando la visceralidad del boxeo y una destacada actuación de Sylvester como mentor de Creed, de ahí en fuera nada más que destacar.

Muy buena película, con un guión basado en la superación, de la lucha del día a día en la vida, y como decía rocky... La vida golpea fuerte pero hay que soportar esos golpes sin dejar de avanzar, sin rendirse ya que uno es capaz de todo.

Fui a verla sabiendo que estaba bien puntuada y fui un poco decepcionado. No se hace larga pero es una pelicula simple donde el director se salta la integridad de una buena narracion sin saltos ilogicos. Al final te esperas lo que va a ocurrir. El acto final dura poco y sin la emocion de la primera. Como la primera ninguna.

Buena aportación a la saga. De hecho, creo que podrían haber saltado de la 4 a Creed.
La historia y los personajes te enganchan, las interpretaciones son correctas.
No me gusta la traducción de La leyenda de Rocky por que creo que la leyenda, en este caso, es Apolo Creed por que si hijo es el protagonista y por el modo en que la historia y los personajes hablan y se refieren a él.

Un hijo adoptivo de acicate poco creativo.

Estoy decepcionada, fría, abatida y ¡no sabes la ilusión con la que acudí a visionar la presente cinta!, la esperanza de ver renacer el espíritu de Rocky Balboa en toda su magnitud y potencia, o al menos en válida semejanza que hiciera volver a los dorados años 80, a la devoción por tan magnífico hallazgo.
Y ¿qué tenemos aquí?, ¿ofertado a todo bombo y platillo?, una bomba maquillada que no explota, ni arde ni inflama pues apenas coge fuerza, calor o auge, carisma o envergadura sólida.
Rocky conquistó el mundo, su leyenda sigue aún con vigor y estima en las almas de aquellos que tuvimos el placer de descubrirle, por primera vez, en su portentoso estreno, no ha bajado ningún escalafón su recuerdo, su subida por las escaleras del museo de arte contemporáneo de Filadelfia, para alzar los brazos en lo alto, con la música de Bill Conti “Gonna fly now” de fondo, es uno de los indiscutibles mejores momentos escénicos del cine de todos los tiempos, dan ganas de correr, aventurarse y atrapar su ánimo y coraje para que te abrace y no te suelte durante todo lo que se pueda, te hace creer en lo imposible, en poder volar y llegar a lo más alto...
..., a cambio, hoy se oferta una común historia, medianamente estimulante y apetitosa, que no eleva ni acelera corazones; su visión es templada, común, ordinaria excepto por esa querida presencia de esa mito que enturbia a un joven aspirante que no seduce ni deslumbra todo lo que debería, únicamente transita por los esperados espacios y pasos para conformar una minúscula pieza al lado de ese soberbio relato que represente su llamado, cordialmente, tío, no familiar pero si amado, pues “estás atrapado en su sombra”, y no logras desprenderte de ella.
“Así que si yo peleo, tú peleas”; él peleó, la cuestión es, Creed ¿tú por quién peleas?, ¿por quién luchas?, ¿cuál es tu martirio?, “¿cuál fue su nombre?”, nunca olvidado tan espectacular combate campeón-aspirante, ¿acaso se rememora en la memoria tan lustroso acontecimiento?, o ¿se nombra y desfilan sus combativas imágenes sin más motivación que colocar su apellido más allá del cartel publicitario?
Se asemejan instantes, recorrido y propósito, Silvester Stallone está indiscutible en su maduro, conformado y sereno envejecer, los golpes, puños y peleas dignas de la categoría que representa, Michael B. Jordan se entrega a tope, el guión luce como cualquier otro dentro de su categoría, la historia es lícita, todos los ingredientes son correctos y han sido patrocinados con esmero y amplitud de ámbito, entonces ¿por qué me siento defraudada?, ¿porque esperaba al Rocky anhelado y no una película más sobre boxeo?, buena, sin duda, pero que no traslada ni difunde ¡la esencia del nombre que lleva en portada!
Ahora ya está, misterio resuelto pero, su descubrimiento me deja desencantada, carente, abstraída, lejos del deseado encuentro soñado, la convergencia deja la ingrata sensación de no estar a la altura ni ser lo ansiado.
Todos parecen contentos, satisfechos con lo presentado; para la titular escribiente, se presentan y separan dos antagónicas cuestiones: como cinta de boxeo..., oportuna y meritoria, al añadir la gloria del célebre Rocky como base de partida..., insatisfactoria.
“¿Probar qué?” “Que no soy un error”, aunque tampoco el gran acierto anhelado.
Creed, una película de boxeo... sí; Creed, la leyenda de Rocky..., ¡qué más quisieran!

Lo mejor; Silvestre Stallone y su entrañable e inolvidable Rocky Balboa
Lo peor; el interior sustancioso de la misma no está a la altura de tan magnífico nombre.
Nota 5,9

No está mal, se puede ver, pero tampoco es ningun peliculón. Recordando viejos tiempos de rocky balboa