El segundo largometraje de Amma Asante podría surgir del improbable cruce entre un par de películas de Steven Spielberg, Amistad (1997) y Lincoln (2012), y cualquier adaptación de Jane Austen. Belle es el nombre de una muchacha mulata que se cría con sus acaudalados tíos abuelos blancos en la Gran Bretaña de finales del siglo XVIII. El color de su piel marca su existencia, pero no es lo único. También la condicionan su privilegiada posición social y económica. Belle vive así una contradicción: por un lado todavía está mal vista por la sociedad que la rodea a causa del color de su piel. Por el otro, se encuentra en mejor posición que cualquier otra chica mulata o negra en Gran Bretaña. Incluso su prima y mejor amiga, blanca pero sin dinero propio, envidia la dote que ha conseguid Belle tras la muerte de su padre.
De esta manera, Asante mezcla las tribulaciones propias de cualquier film romántico de época con la denuncia de las dinámicas sociales y el racismo imperante todavía en aquellos momentos. Belle inicia un flirteo con un estudiante de Derecho. Además del interés amoroso, les une su lucha por la abolición de la esclavitud en Gran Bretaña. Y en sus encuentros acaban discutiendo sobre leyes y legitimidades. Este es el matiz que otorga cierta personalidad a Belle: no solo se trata de una película a la manera de Jane Austen donde la protagonista es mulata. También es un drama con un juicio histórico como telón de fondo. El que debía dirimir si los humanos esclavizados en un barco se consideraban o no carga.
Como todo buen film de época británico que se precie, Belle ofrece un elenco de solidez interpretativa demostrada: junto a los más veteranos, Emily Watson y Tom Wilkinson, destacan las dos actrices que encarnan a las primas protagonistas. Por un lado Sarah Gadon (habitual en los últimos títulos de David Cronenberg) como la chica blanca pero pobre, por el otro Gugu Mbatha-Raw como la decidida joven mulata llena de orgullo y algún prejuicio.
A favor: la secuencia en que se luce Emily Watson, que recuerda la escena donde cobraba protagonismo Lillian Gish en el mejor film jamás rodado sobre una pareja que acoge a una niña mestiza, 'Duelo al sol' de King Vidor.
En contra: el guaperas Sam Reid como trasunto de Mr. Darcy no cuela.