La película se rodó en su totalidad en un plató que se encuentra en Coria del Rio, en Sevilla.
Para el rodaje del filme, visualmente innovador, se emplearon tan sólo dos semanas y un presupuesto bastante reducido.
Es la ópera prima de Laura Alvea y José F. Ortuño, que debutaron con el cortometraje 'Relojes de arena', proyectado con éxito en el Festival de Venecia de 2003.
Según los directores, la película es "un macabro cuento de hadas sobre las relaciones de pareja".
Es muy probable que los directores se hayan basado en la película de Jean-Pierre Jeunet, Amelie, para la realización de su cinta, pues tiene una colorimetria parecida, al igual que su trama, que también narra una particular historia de amor.