Crítica de SensaCine.com para Momentum: Atraco no tan perfecto

Como si fuera una émula de la Angelina Jolie más salvaje o de cualquier heroína de Luc Besson, Olga Kurylenko se atreve en Momentum a empuñar el protagonismo de una cinta de atracos pseudofuturista ubicada en Ciudad del Cabo con la que debuta el operador de cámara Stephen S. Campanelli en los mandos de dirección. Campanelli ha trabajado en un buen número de producciones, de El francotirador a El corredor del laberinto o Gran Torino, pero en su ópera prima como director, parece que ha olvidado su larga experiencia filmando o las lecciones aprendidas a las órdenes de todos los directores y productores con los que ha colaborado. Hay acción y hay nervio, pero lo que en un principio parece pulso pronto se transforma en una ristra de lugares comunes que no conducen a ninguna parte.

Kurylenko se esfuerza tratando de construir a una renegada más o menos creíble, pero quien brilla en la función es James Purefoy, sicario de Morgan Freeman (el político que maneja los hilos de este atraco no tan perfecto) que le debe tanto al Frank J. Underwood de House of Cards como a los matones de las polars franceses de los años 70, y que consigue, no sin cierto histrionismo, adaptarse al tono de serie B que la película reclamaba ya en su arranque, cuando Campanelli nos presenta a los atracadores disfrazados de siniestros Power Rangers de voz autotune. Si al menos hubiera seguido ese camino, Momentum llegaría incluso a ser divertida, pero los predecibles giros de la trama y un guión al que le falta imaginación a borbotones y le sobra algo de gore gratuito hacen de esta película de acción un producto, a su pesar, olvidable.

A favor: Que se atisba algo de espíritu de serie B

En contra: Que Stephen S. Campanelli no ha sabido aprovechar ese espíritu