Mala

Rosario es una sicaria que se dedica a acabar con la vida de aquellos individuos que se propasan física y psicológicamente con el género femenino, sin preocuparse por conocer cuáles son los motivos que impulsan a cada persona en concreto para cometer dichos actos tan reprobables. Al principio mataba a sus víctimas con gran crueldad e inexperiencia, pero con el paso del tiempo se ha convertido en una auténtica profesional que ha sabido dejar a un lado la animadversión que sentía a causa de su terrible pasado.

Sus técnicas se van perfeccionando con cada encargo que ejecuta, algo que provoca que cada vez reciba una mayor cantidad de dinero por los homicidios que lleva a cabo. Este hecho provoca incluso que las propias mujeres que se ven angustiadas por algún maltratador se pongan directamente en contacto con ella, con el objetivo de que la protagonista ponga fin de una vez por todas a su calvario. Aun así, los agentes de la zona están pendientes de sus diferentes movimientos y se muestran dispuestos a galardonar cuantiosamente a quien consiga atraparla con vida.

Una vez que es encarcelada, Rosario es martirizada de manera cruel por los guardias debido a que su intención es que sienta el mismo dolor que ha causado a los hombres a los que ha liquidado. Todo este sufrimiento le obligará a hacerse cargo de un nuevo cometido, un reto a priori tranquilo pero que poco a poco se irá complicando y originará que la criminal a sueldo entre en un bucle que hará que pierda el rumbo por completo.