El personaje de Antonia está interpretado por Antonia Guzmán, abuela del director, que confiesa haber escrito el papel y el guión únicamente para que ella lo representase.
La película se rodó en tan sólo seis semanas, pero tardaron otras diez en montarla, así que el recuento final es que la cinta se terminó en dieciséis semanas.
Los dos chicos protagonistas, Miguel Herrán y Antonio Bachiller, fueron seleccionados tras un larguísimo proceso de cásting convocado a través de las principales redes sociales.