Esta película me revolvió el estómago. Está cargada de mensaje fascistoide y deshumanizante, mentiras peligrosas servidas con sacarina.
Nos muestran al tirano Fletcher, estandarte del "American Way" donde solo puede haber perdedores y ganadores. El mensaje de FLecther (y el mensaje de la pelicula, ojo), es que para ser un "ganador" tienes que soportar las humillaciones de un sargento chusquero y pisotear a los compañeros. Ese modus operandi, repugnante como es, tal vez sea hasta cierto punto eficaz en la mili o en wall street, ahora además lo quieren trasladar al mundo del arte y la música, y aun mas: al misterio del genio.
Jamás un genio musical o de cualquier tipo ha salido de las manos de un sargentoide mutilador como este Fletcher. Máquinas que toquen a 400 bpm sí pueden producir de esa manera, pero nunca genios.
La pelicula nos muestra a Fletcher, desalmado y obsesivo, como si quisieran hacernos desaprobarlo por un rato, pero al final de la película, la sonrisa del protagonista y las palabras de Fletcher "goooood joooob", le dan la razón a este: valió la pena ser un HP, torturar jovenes psicologicamente, empujarlos al suicidio, arruinar sus carreras arbitrariamente, apretarles las tuercas hasta sacarles la humanidad, todo en aras de que "es la unica manera de que en el mundo haya genios como Bird o Jimi Hendrix". Esa afirmacion, que es la filosofia de FLetcher y de todo este bodrio de pelicula, es un montón de basura. Precisamente, los genios creativos como Charlie Parker o Hendrix eran personajes iconoclastas, rebeldes, en alta proporción autodidactas, es decir: en las antipodas de los Fletcher de este mundo y sus escuelas de robots castrados. Si un gran músico se ha alzado por encima de lo posible no es gracias a gentuza como esa, sino a pesar de ellos. Decir que los Flecther de este mundo les hicieron brillar es la obscenidad definitiva. Fletcher: el fascista chusquero sin ningún talento que confunde disciplina marcial con talento, e incluso con genio. Un completo ignorante y psicopata, que esta pelicula eleva a la categoria de guru espiritual. Pelicula psicopatica para tiempos psicopaticos. Con un poco de sacarina y adrenalina, para que te la tragues con una sonrisa.