Últimas opiniones : Whiplash - Página 4

Cautivadora, asfixiante, te hace pasar su hora y media de duración con una gran tensión. J.K. Simmons está esplendido, su actuación merece el Oscar sin duda alguna, porque él es la película, él hace que una buena película pase a serlo extraordinaria.

Buen trabajo

Tal y como se cuenta en varias ocasiones en “Whiplash”, si el baterista Jo Jones no hubiera humillado a Charlie Parker en público lanzándole unos platillos en plena actuación, no existiría “Bird”. De esa anécdota nació la leyenda, del tesón y esfuerzo por mejorar se forjó el mito, independientemente de que no fallara ni una sola nota en aquel momento. El jazz ya no es lo que era, está muriendo, y como dice el personaje del autoritario Fletcher en el film, los discos que se encuentran en cualquier Starbucks son buena prueba de ello. Porque no hay dos palabras más dañinas que “Buen trabajo”.

En su segundo trabajo, Damien Chazelle habla precisamente de eso, de reconocer el talento y exprimirlo al límite, de la perseverancia como único vehículo para alcanzar el ansiado éxito. Cualquier otro sentimiento puede aplastar el sueño de ser uno de los grandes. Cualquier atisbo de Humanidad puede hacerte perder el compás. Es de principio a fin una historia de enseñanza llevada al extremo, de cómo el fin justifica los medios y cómo estos pueden alentar o desanimar. Es la búsqueda de un nuevo Charlie Parker y escarba en lo que se esconde en la exigente trastienda de la música, en la que una sola nota fuera de tempo puede decidir tu futuro.

Chazelle logra una excelente dirección en la que música e imagen van de la mano. Pocas veces se ve un montaje en el que cada fotograma vibre con cada nota musical hasta el punto en que lo hace esta película. Logra así un film que es puro ritmo, y que solamente se relaja y se vuelve ligeramente convencional y previsible a partir de cierto momento crucial en la trama, para luego remontar en sus últimos minutos, como si de un trasunto cinematográfico del “Caravan” de Juan Tizon y Duke Ellington se tratase, y ofrecernos uno de los finales más vibrantes de los últimos tiempos, capaz de exorcizar al protagonista y al público.

“Whiplash” es un brillante ejercicio de narrativa cinematográfica, en el que Chazelle además se perfila como un formidable director de actores. Mención especial para el joven Miles Teller, todo un descubrimiento que tiene la difícil tarea de no languidecer ante un titán de la interpretación como J.K.Simmons, al que ya iba siendo hora de que le llegase el reconocimiento que merece. El actor representa la figura absorbente y dominante que Teller requiere para ser un gran músico, y juntos logran que una propuesta que es puro ritmo no decaiga prácticamente en ningún momento. Y de la disciplina militar que impone el personaje de Simmons, del sudor y la sangre que acaban bañando los platillos, sólo se le puede decir a Chazelle “Buen trabajo”, aunque esperemos que con ello no se acomode de cara a su próximo trabajo.

A favor: El dúo protagonista, especialmente J.K.Simmons, y el nervio de su director para que intensidad visual y musical vayan de la mano
En contra: cierta pérdida puntual de ritmo perdonable

Whiplash. Sadomasoquismo con muy buen fondo musical

Me encanta el Jazz de todo tipo y el de esta película es tradicional y del bueno. Esa es la razón por la que he aguantado hasta el final este videoclip musical.
Se acepta que la obsesión desproporcionada por la música del protagonista Miles Teller llegue hasta límites de incluso la auto-lesión, cuando alguien es un artista excepcional se supone que no solo lo es por la gracia divina sino que también se lo curra como un descosido, como es el caso. Además Miles Teller lo hace muy bien y muy creíble.
J.K. Simmons también está muy bien caracterizado e interpretado. El personaje da la sensación de ser el prototípico sargento de las películas de academias militares que machaca a los soldados primerizos hasta le extenuación. Aquí hace de profesor divo, meticuloso, exigente y un poco psicópata.
Pero la relación con sus alumnos sugiere casi el sadomasoquismo, se hace demasiado subida de tono ya que en un entorno de una sensibilidad tan especial como puede ser un conservatorio de música como este, no pega. La manera de llevar las clases es poco creíble. Hay momentos de maltrato psicológico y alguno físico también, que se hace ridículo que una persona que esté ahí por iniciativa propia los pueda aguantar por muchas ganas de triunfar que tenga. Le han dado un exagerado grado de dramatismo para enlazar las diferentes escenas musicales y que la película tenga “PUNCH”.
Normalmente cuando una película es tan premiada le suelo encontrar su aquel. En este caso el argumento se me hace demasiado basto para lo enriquecedora que podía haber sido la historia.
La película tiene buenos actores, la fotografía es muy buena, las escenas musicales y las primeras urbanas son elegantes y dinámicas y la música espectacular.
A alguien que le guste la música le puede gustar ya que la mitad de la película lo es.