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    La profesora de parvulario
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    125 usuarios 44 críticas Sigue sus publicaciones

    2,5
    Publicada el 10 de febrero de 2018
    Me pareció una película malsana, deja al espectador imaginarse el peor de los panoramas en las reales intenciones de la profesora.
    Lourdes L.
    Lourdes L.

    1.855 usuarios 101 críticas Sigue sus publicaciones

    3,0
    Publicada el 28 de junio de 2015
    Sin aportar simpatía, solicita disciplina.
    Profesora de parvulario, frustrada poetisa de vida monótona y aburrida, marido con el que sólo comparte lecho/hijos que ya inician su propia andadura, que deambula en silencio afligido pasando las horas y los días descubre, entre estos interminables tiempos muertos de espacio perdido, la maravillosa facultad, don instintivo de un chiquillo de 5 años, alumno de la guardería, para crear poesía, ese maravilloso afecto por las palabras que las ordena con hermosura y placer para difundir una realidad apagada a la vista, que el talento del alma y amor devoto del corazón exponen y recitan con subliminal perspicacia y exquisita sensiblería, al expresar lo que nuestra corporal materia recibe a través de sus agudos sentidos.
    Ese encuentro inesperado, de ilusión y esperanza por otra vida que comienza, con todas sus oportunidades por delante todavía no anuladas, completamente abiertas al poder-de-ser-lo-que-se-quiera con esfuerzo, dedicación y trabajo, guía y buenos consejos ¿da derecho a alzarse como juez que decide, como reína que manda, como autoridad autoproclamada que vela por el arte, por la supervivencia de la creación artística en tiempos en que ésta es anulada y poco valorada por la sociedad?, descubrir al Mozart de las letras provenientes de esa esencia incontrolable llamada inspiración, que surge sola, sin permiso, en el momento más inoportuno ¿es franquicia para olvidarse de la razón, del mundo y sus normas?, ¿es legítimo y justificable hacer caso a esa loca obsesión, ofuscación inquietante que pide saltarse la ley y hacer lo que sea necesario para proteger este santo grial, inocente y puro, perfecto e ingenuo de la contaminación mundanal, que adquiere poder y fuerza a pasos agigantados al ser el motor que devuelve el entusiasmo, alegría y fervor a su existencia?
    Esceneficación fría y cortante, espaciada, de escenas mudas, silenciadas donde el lejano pensamiento habla con torpeza, una emotividad gélida de ferocidad oculta donde es difícil intuir, al instante, lo que sucede en la cabeza de esta adulta sonámbula que despierta a través de la habilidad original de un niño, poca narración para un guión que vive de la lentitud de esos potentes primeros planos, estáticos, introvertidos, que aportan mínima explicación que debe ser deducida a través de la paciencia, atención y seducción por esta anómala pareja que, sin duda, son el gran acierto de la película, una intuitiva Sarit Larry que permite hablar a su rígido rostro, y un delicioso Avi Shnaidman de quien crece sin preocupaciones, con alegría y tomando sus momentos de inventiva espontánea como un juego divertido sin más, reflejo fiel y doloroso de que no siempre quien aprecia más el valor e importancia del ingenio talentoso de la creación es quien la posee, a veces ¡ni siquiera se acerca a ella!, malogro y desengaño que lleva a perder la conciencia, los papeles y la realidad y donde, el fin justifica los medios, es lema de lo correcto y por el cual se arriesga todo.
    Austera, árida e inaccesible en sus pretensiones, de honda información no siempre revelada con acierto, el personajes es confuso en su conocimiento, dificulta su acompañamiento voluntario y sincero, desconcierto que, por otra parte, te insta a averiguar qué hace, qué pretende, dónde va con esa ridiculez de envidia de no poseer lo deseado, obstinación de protección por lo hallado, miseria de usar escritos ajenos ante la nulidad de crear los propios, adulación altiva como recompensa inmerecida que sabe a gozo súbito..., un conglomerado de sentimientos y emociones que deben ser captados, más por entrega y mérito del espectador que por facilidad transmitida de la heroína fallida, seca, distante, parca en palabras, es el cambio de su mirada lo que permite llegar a ella sin tener claro, en ningún momento, por dónde saldrá o qué intenciones tienes pues, como buena locura no tiene estabilidad en sus pasos ni lógica en su camino, sólo una meta..., que el próximo García Lorca ¡llegue a su destino!
    Hagar, madre bíblica de todos los árabes..., "Hagar es bastante hermosa, bastante para mí, una lluvia de oro cae sobre su casa, verdadero sol de Dios"; sin apreciarla completamente tampoco la rechazas del todo, te mueves entre arenas movedizas que no acaban de decidir si te zambullen o sueltan, extraño limbo cuya partida desconoces si te llevara al cielo o al infierno aunque, si no lo tiene claro la maestra ¡cómo saberlo tú que acudes a clase, te sientas, observas e intentas aprender al son del rigor de la imagen y la instrucción de los movimientos!
    Complicada lección pues, puedes resumir su contenido y materia de memoria pero, no tienes claro haber disfrutado de la clase.
    Adivinanza..., si no te atrapa pero tampoco desengancha ¿qué es? ..., Haganenet.
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