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    El cuento de los cuentos
    Críticas
    4,0
    Muy buena
    El cuento de los cuentos

    Érase una vez…

    por Suso Aira

    Tras llevarnos de visita a un reino donde los vertidos tóxicos hacían crecer las hortalizas a tamaño de las calabazas de la Cenicienta, y donde unos caballeros malvados hacían y deshacían en las vidas de los lugareños (Gomorra), y tras mostrarnos ese Nuncajamás de cámaras de televisión que siguen 24 horas al día a los niños perdidos (Reality), Mateo Garrone se acerca a los cuentos de hadas canónicos desde un realismo absolutamente mágico. Porque hay magia, y mucha, en El cuento de los cuentos, pero el tratamiento que el director italiano acaba dando a ese universo reconocible desde nuestra cultura, folclore e imaginación, no anda muy alejado del estilo de Pasolini. El Pier Paolo Pasolini de su Trilogía de la Vida está muy presente, tal vez no en su iconografía (el autor de El Decamerón fue despojando a la ficción de ficción y a construir un mundo realista, etnográficamente realista), aunque sí en una especie de triste poso, ese mismo que nos hace ver a los personajes de El cuento de los cuentos como seres reales heridos, estafados, aprisionados, por las convenciones de la fábula, de esos elementos mágicos.

    Garrone ha hecho de esta metáfora un espectáculo visual y creativo impresionante. En sus bellas imágenes parecen convivir el Michael Powell de El ladrón de Bagdad, Las zapatillas rojas o Los cuentos de Hoffman, con la escuela centroeuropea (checa) del cine infantil de la década de los años 70. A quién no encontrarán aquí es a Walt Disney: Disney es el enemigo, es ese ser oscuro y misterioso, demiurgo, que trastoca las reglas férreas del cuento. No por ello el film no puede ser disfrutado por los niños, al contrario: va a resultar un antídoto contra mucha tontería que han tenido que soportar últimamente en forma de relectura de la literatura clásica infantil. Y los mayores, sobre todo los fans del fantástico (europeo, italiano) van a hacerlo más, también los que han seguido a Mateo Garrone y que ahora verán que brujas, princesas, caballeros y otras criaturas podrían vivir en esas tierras de la Camorra o en esos pueblos embrutecidos por la TV de Berlusconi.

    A favor: cómo combina la imaginación y la fantasía con la crítica social.

    En contra: que se la tache de película menor e infantil.

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