Últimas opiniones : Joy - Página 2

La película es genial y Jennifer Lawrence tan maravillosa como siempre. Además, la película muestra el papel de la mujer trabajadora, luchadora y que puede (después de tanto esfuerzo) mantener a su familia sin la necesidad de un hombre.

Pelicula entretenida para pasar el rato, aunque el ritmo de la película en ocasiones me ha parecido lento.

Un buen principio pero poco a poco de vas dando cuenta de que la actriz no da ese golpe sobre la mesa que todo espectador esta esperando desde el principio de la película. Un final que nada tiene que ver con el resto

David O. Russell regresa a la cartelera con Joy, una nueva película en la que aparecen dos de sus actores preferidos: Jennifer Lawrence y Bradley Cooper con los que ya trabajó en El lado bueno de las cosas y La gran estafa americana. Esta vez para adaptar libremente la vida de Joy Mangano, una mujer creativa y emprendedora que en los años 90 se convirtió en la estrella de la teletienda con varios de sus inventos domésticos, sobre todo la fregona milagro (Miracle Mop), que la han convertido en una rica empresaria.
[...] Esta puede resultar una película engañosa ya que su tráiler parecer querer vendernos algo que realmente no es. Además está contada por la abuela de Joy como si de una fábula se tratara, resultando ser un biopic de lo más inusual, de hecho, es una adaptación muy libre de la vida de la auténtica Joy Mangano. Os recomiendo ir a verla sin prejuicios pues la historia es muy interesante, la película entretenida y la interpretación de Jennifer Lawrence magnética, aunque también es verdad es que sin ella esto se parecería mucho al típico telefilme de sobremesa.
Sin ninguna duda, Jennifer Lawrence es la mejor baza de la película, con tan sólo 25 años, varios “taquillazos” a sus espaldas, un Oscar y su tercer Globo de Oro gracias a esta cinta, es indiscutible que esta chica es una auténtica fuerza de la naturaleza. David O. Russell lo sabe mejor que nadie y no podía encontrar mejor actriz para interpretar a esta mujer vulnerable y ninguneada que supo encontrar la fuerza para controlar su destino y hacer realidad sus sueños, convirtiéndose en una empresaria de éxito. Jennifer Lawrence ha sabido captar todos los matices que el personaje requiere y hace una interpretación brillante que la consolida como la actriz del momento y hará que su nombre suene bastante en la temporada de premios que se avecina.
Junto a ella se reúne un equipo de primeros actores que tienen la oportunidad de robar alguna que otra escena. Robert De Niro (Malavita) interpreta a su padre, dejándonos varios momentos muy divertidos y Virginia Madsen (Entre copas) a su madre. Bradley Cooper (El francotirador) es el ejecutivo del canal de teletienda, una pena que su papel sea tan pequeño. Édgar Ramírez (Ira de Titanes) es el ex marido, formando una extraña pareja con Jennifer Lawrence que resulta interesante en pantalla. Isabella Rossellini (Enemy) es la novia del padre, Diane Ladd (Alicia ya no vive aquí) la abuela y Dascha Polanco (Orange is the new black) su mejor amiga.
Una película inspiradora, emocionante y honesta sobre la perseverancia y creer en uno mismo. Un homenaje a esas personas que luchan por alcanzar sus metas.

Joy inventa, Lawrence fascina, Rusell lo estropea.

Una historia no sólo tiene que ser buena, tiene que parecerlo, tiene que ser contada con estilo y gracia, con ese carisma seductor que motive su visión, encandile su recorrido y te atrape, radicalmente toda la velada.
Empiezas con ilusión, con espera de entretenimiento y goce de una buena e ingeniosa película, con interés por saber quién es Joy y cómo se las arreglará, esta mujer audaz, para triunfar y sacar adelante su innovadora idea, sólo que tan sugerente y práctico invento no va a la saga de lo que la cinta expone; todo lo contrario, dobla y supera con creces a la referida pues, como representante narrativo de cómo ocurrieron las cosas y llegó tan espectacular mopa al hogar de miles y miles de amas de casa necesitadas es defectuoso, incompetente y pobre respecto su trabajo; es decir, vender esta película para gloria de una imaginaria, pero posible real protagonista, que se de a conocer con esplendor al público.
Perdón, rectifico pues la campaña publicitaria y su sinopsis hacen estupendamente su labor de abrir apetito y crear expectación, cosa distinta es la recepción para una vidente que no se entusiasma en demasía, ni se emociona, ni se ríe, ni participa del drama, ni se altera con la excitación del negocio, ni tiembla de nerviosismo ante la dificultad del mismo; inerte y esquiva postura, para una mirada ligera que va perdiendo ilusión y ganas y acaba observando, a esta damisela que supera todas las dificultades, con desasosiego, pasividad y con esa escasez de adrenalina de quien se sienta al final de la sala para oír el discurso pero ser el primero que salga, pues no irrita ni molesta lo contado, tampoco, en exceso, apetece ni agrada.
Hay que contar los hechos, sin duda, fantaseada veracidad de una heroína que supera su propia cuesta abajo, donde se hallaba escondida de los demás y de si misma, sagaz emprendedora que hace posible que sus sueños se hagan realidad -el motivador y perpetuo “dream become true”- pero, “si la esperanza trae la eternidad”, sabio consejo de una querida abuela narradora, la satisfacción y goce de una película plena no se basa únicamente en lo que expone, sino en cómo lo lleva a cabo, aquí martirio de confianza demacrada por parte de David O. Rusell que no logra la creencia y querencia deseada en su largo cuya promesa eficaz, provechosa y placentera de sus nutrientes se desinfla cual idea, puesta en marcha, torpe e ineficiente.
Actores de gala presentes, calidad indiscutible en cada uno de ellos, quienes sin problema, ni complejo y con mucho arte comparten escena con una complicidad deliciosa que se capta al instante aunque, por desgracia, es de lamentar que su talento y disfrute no vaya arropado por un guión robusto, de dialéctica absorbente, ni por una dirección atractiva, de montaje incentivo en tu ánimo de apreciar, considerar y acabar contenta y adorando el cuento relatado.
Fábula satírica, que se intercambia con la tragedia de un ambiente tenso e inquietante, que únicamente decepciona con sus caídas constantes de esa noria que desacelera, para no volver a coger impulso nunca más pues se ha quedado varada y seca; una teletienda de los negocios injustos que alecciona sobre vencer a Goliat, con la inteligencia y maestría de un David que sabe de cuentas, leyes y números sin poder, atractivo ni risueño deseo de compartir sus penurias.
Su gran baza es la hipnosis magnética que oferta, en todo momento, en su actuación Jennifer Lawrence sólo que, sostener todo el rocambolesco juego de tratos y negociaciones sobre su bello rostro deja con hambre, con mucha hambre que no sacia ni colma; su chispa y frescura se desperdicia y pierde entre un catálogo de personajes sin equilibrio, estima, atención o deslumbre que no sea recitar sus frases sin transmitir emoción, alegría o pesadumbre.
“Tienes que seguir haciendo lo que amas” pero con más regularidad, eficacia y ritmo estable que no vire hacia ese desentono que arruina el buen comienzo de la susodicha parábola, donde lo absorbido es nulo contagio del espíritu emprendedor de esta peculiar creativa; estafa de discurso que luce mejor en su propuesta de papel que en su práctica.

Lo mejor; Jennefer Lawrence, quien sustenta el relato por encima de todo.
Lo peor; David O. Rusell, quien se carga su propia iniciativa e idea.
Nota 5,4

El argumento, la mujer que inventó la fregona que se escurre sola,ya de por sí es flojo y escaso de sustancia, sin embargo, la fuerza de la actriz Jennifer Lawrence al llevar a cabo su interpretación del personaje, el tono característico de Robert De Niro y la originalidad de la forma en la que se enmarcan algunas escenas, hace que sea un película aceptable. Muy lenta y algo tediosa en el comienzo pero que empieza a despertar el interés del espectador conforme avanza, al menos hasta que el final se trunca de manera intrépida y continua capaz de fatigar incluyo al mayor admirador que se tercie.

Increíble que manera de echarse una película encima y llevarla a lo más alto sin despeinarse. Jennifer crece de una manera descomunal y con Joy lo ha vuelto a lograr. Joy es una mujer que cree en ella misma y hasta que no consigue sus propósitos no dejará de luchar.
El resto de interpretaciones están de notable.

Es una muy buena película, el ritmo es genial y las actuaciones son sólidas. Jennifer Lawrence es espectacular.

Joy es un volcán que esta dormido y acaba despertado y entrando en erupción.
La película es una montaña rusa de emociones con un Robert De Niro genial y una Jennifer Lawrence inconmensurable. Me alegra que De Niro este volviendo a entrar en una buena espiral. El peso de la peli le lleva íntegro Jennifer, el paso de Cooper es normal.
Personalmente al metraje le falta fuerza.
VIVA LA MUJER LUCHADORA, TRABAJADORA Y QUE NUNCA SE RINDE, SIEMPRE CONSTANTE!!

Joy pretende ser una perla pero no lo es, si es cierto que la trama es realmente interesante y ejemplar, pero el director no ha sabido ayudarla a ser una gran cinta y se ha quedado en una historia que merece se escuchada pero no admirada.