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    La dama de oro
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    Beatriz López Velasco
    Beatriz López Velasco

    96.868 usuarios 455 críticas Sigue sus publicaciones

    3,0
    Publicada el 9 de mayo de 2016
    El célebre cuadro Retrato de Adele Bloch-Bauer I (también llamado La Dama de Oro) que pintara Gustav Klimt en 1907, tiene una bonita y curiosa historia detrás sobre el saqueo nazi durante la II Guerra Mundial y el empeño de una mujer en que regresara a sus legítimos dueños. Se han rodado varios documentales sobre el tema, The rape of Europa (2006), Adele’s wish (2008) o Stealing Klimt (2007). Este último ha servido de inspiración para la cinta La dama de oro, tal y como se acredita en la propia película.
    María Altmann es una mujer judía de origen austriaco que llegó a Estados Unidos durante la II Guerra Mundial huyendo de los nazis. Después de la muerte de su hermana, descubre entre sus pertenencias unas cartas de 1940 en las que se habla de los intentos de la familia Altmann por recuperar algunas obras de arte que fueron saqueadas antes de la guerra por los nazis, entre ellas un valioso cuadro de Gustav Klimt, amigo de la familia. María acude a Randol Schoenberg, un abogado nieto de una vieja amiga, para que la aconseje sobre el caso y si hay base legal para reclamar las pinturas.
    Segundo largometraje del director Simon Curtis después de Mi semana con Marilyn (2012), en el que nos ofrece una fascinante historia real que no termina de atraparnos como debería y cuyo guion no resulta ser tan interesante como se presupone. Está contada con tanta fidelidad a los hechos reales que ha quedado una narración muy convencional y sin garra, las emociones se sienten forzadas y algunos intentos de humor no funcionan. Varios flashbacks nos cuentan la historia del cuadro y de la familia de María, algo que resulta ameno y encantador al principio, pero que termina siendo tedioso y predecible.
    El mayor atractivo de la película se centra en su reparto, una genial Helen Mirren (Un viaje de diez metros) a la que sobra talento para llevar todo el peso de la película. Ryan Reynolds (Deadpool) consigue no desentonar demasiado como el abogado de María, las escenas de ambos resultan tiernas y entrañables. Muy sorprendente la interpretación de Tatiana Maslany (Orphan black) como la joven María en la Austria anterior a la guerra.
    Daniel Brühl (Rush) es un periodista austriaco que ayuda a la pareja cuando viajan a Viena a reclamar los cuadros. Katie Holmes (Los Kennedy) es la mujer del abogado, Jonathan Pryce (Juego de Tronos) el Presidente del Tribunal Supremo de los EE.UU., Charles Dance (Drácula: La leyenda jamás contada) es el jefe de Reynolds y Elizabeth McGovern (Downton Abbey) la juez. Henry Goodman (Altamira) es el marido de Adele Bloch-Bauer (la modelo del cuadro) que está interpretada por la actriz alemana Antje Traue (El Hombre de acero) y Moritz Bleibtreu (360: Juego de destinos) es el pintor Gustav Klimt.
    Un historia real interesante para una película que no es perfecta en su ejecución pero si tienes varios incentivos para resultar entretenida, como la gran interpretación de Helen Mirren.
    Lourdes L.
    Lourdes L.

    129.894 usuarios 920 críticas Sigue sus publicaciones

    2,5
    Publicada el 27 de abril de 2015
    Tremenda manía de intentar emular éxitos cuya copia es imitación banal y abstracta imposible de cubrir necesidades o llegar lejos pues ésta se define por si sola, obra insípida, baja en calorías, poco agraciada/menos agradecida donde es complicado y arduo encontrar el talento y la motivación a tan tibia recreación.
    "Si la vida es una meta, ella es la que ha ganado, si es un combate, yo soy la que sigue en pie", frase que se dice nada más empezar y donde van a quedar varadas tus emociones pues el resto es un observar con pasividad desfalleciente un guión histórico superficial, estéril y hueco que dudo reviva alguna sensación que no sea la tristeza y lamento de presenciar el profundo desaprovechamiento de una excelente intérprete británica y el desfile de su compañero de batalla que, por mucho que se esfuerce y lo intente, no logra subir la temperatura ambiental de una estancia fría, distante, sin gota de calidez, sensibilidad o crédito ante el horror narrado.
    Se nos presenta el tópico de pareja antagónica que inicia su aventura procesal por la siempre dificultosa burocracia que adorna y mancilla el fundamento de la palabra justicia pero, se perdona, es un caso real, habrá que aceptar al joven inexperto que se vuelca en espíritu y la anciana dolida que rememora toda la crueldad vivida, por mucho cliché anticipativo que suponga; lo que ya no tiene tanta veracidad, aliciente o gracia es la relación simpática y entrañable, afectuosa y cómica que se intenta presentar entre ellos pues cualquier danone cuaja más que este intento de cariño y familiaridad, complicidad y chispa que ni seduce ni fascina claro que, la tentación de revivir la esencia de "Philomena" es golosina dulce y apetitosa difícil de renunciar.
    Por una parte, ella, Helen Miller, maravillosa actriz de experiencia deliciosa para gusto del espectador, aquí quisquillosa y encantadora cuyo papel no funciona, puede que sea su actuación más vacía, insípida y banal; a su lado, acompañándola en todo momento, él, Ryan Reynolds, que pone todo su empeño por apasionar, dar fuerza, carisma y vivacidad a su personaje y a todo el trajín que le es encomendado pero tanto trasiego, papeles y viaje no expone ni la más mínima adrenalina e interés por rellenar, siquiera, un dócil y amansado episodio de "Caso abierto", ¡no te digo ya si hablamos de Perry Mason!
    Sentada en la butaca escuchas la narración sin gran desvelo ni enorme preocupación, observando la pantalla, escuchando la sucesión de los hechos y prestando poca atención a los eventos pues estos no lo requieren, no lo solicitan y tampoco apetece ofrecer aquello a lo que no aspiran ni se ganan con su valentía y esfuerzo pues merecen el interés pobre y nimio que les otorgas al no encontrar en su trabajo más que gratuidad expositiva de afectividad cero en su maleta, porte, bagaje y aderezo.
    Simon Curtis tiene la habilidad de presentar el dolor judío sufrido por la barbarie nazi con tan poca seducción, encanto y esmero que es afanoso superar tanta torpeza e insulsez, desfile de sentimientos y aflicciones, de gran desatino, donde si se acierta a rozar la piel es por la suerte de una casualidad que tropieza con ella ya que su incompetencia, para tal tarea, es manifiesta.
    Relato cuadriculado, de guión marcadamente ajedrezado, sobre unos sucesos que no se salen, un ápice, de la línea fijada convirtiéndose en un recital de la memoria y del pasado que no causa suspiro ni entusiasmo, ni atractivo ni rebelión, como recordar la tabla de multiplicar del cinco pero sin tanto ahínco, más suavidad y mucha parsimonia de ver por mirar.
    "Restitución, vuelta de una cosa a su lugar original, lo he buscado en el diccionario", yo sigo buscando mi fustigado ánimo, que ha sido vapuleado con tal violencia y frivolidad, que se convierte en lamento de haber acudido a ver a tan excelsa actriz usada como reclamo de una aventura que no puede dar más de sí pues, desde la cuna de su nacimiento, ya venía mal encarnada/peor vaticinada y, fácil el juego de palabras a realizar con tan llamativo título -no es oro todo lo que reluce en tan ilustre dama- pero ¿acaso es mérito laureado?
    Insustancial y vano retrato de una lucha que merecía más respeto al ser plasmada en imagen, trivialidad sensitiva que duele en el alma ante la frivolidad de una narración tan dolorosa, ardiente y resquebrajada para sus protagonistas, herederos y público asistente.
    La memoria pretérita y la presente verdad meritan un privilegio mayor que esta frívola presentación de un trabajo que no calienta el corazón de quienes la interpretan, ¡no digo ya el espíritu de quien la visiona!
    Pobre, insuficiente, escasa.
    cine
    Un visitante
    4,5
    Publicada el 10 de julio de 2015
    "Woman in Gold" is more than a moving feature film based on a true story, starring a legend like Helen Mirren. It also conveys an important historical message about Austria's complicity in the Holocaust. For too long, Austria has gotten away with being the "first victim" of (German) Nazi aggression (the Allies characterized Austria as the "first victim" at Yalta in order to encourage (almost non-existent) Austrian resistance). "Woman in Gold" destroys that myth and shows the true level of complicity. The documentary that inspired "Woman in Gold" - "Stealing Klimt" - also shows the true level of Austrian complicity and actually shows in greater detail than "Woman in Gold" the level of terror and theft that occurred during WW2 and some historical facts that do not make it into "Woman in Gold", like Maria's husband, Fritz being sent to Dachau, like Maria's brother being saved by one of Hitler's relations (Hiedler), about how the Austrian Government was given the opportunity to buy the five Klimts at market price but decided not to! All in all, a grim period in history and "Woman in Gold" and "Stealing Klimt" are important for shining a spotlight on this grimy period.
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