Los Mercenarios 4 (2023).
“Ojo con un tipo mayor en una profesión donde se muere joven.”
A tres años de cumplir los ochenta y mientras esperamos la segunda temporada de “Tulsa King”, vuelve nuestro eterno Sly con sus colegas a tope de testosterona.
Sin mucho más que aportar que acción, violencia y un poco de humor, Sylvester Stallone -que esta vez deja el peso de la película en las manos de Jason Statham- se hace acompañar de algunas de las más conocidas estrellas del cine de acción del momento. Repiten Lundgren y Randy Couture. Se incorporan el cantante 50 Cent, el tailandés Tony Jaa, la insoportable (en los platós de rodaje) Megan Fox, el cubano Andy García y en el papel del malo, el poco creíble Iko Uwais, que aunque se mueve como el mejor, aquí no ganará su primer Oscar...
"¡Que mi sacrificio cuente!"
La cinta ha recibido, como era de esperar, las peores críticas por parte de la prensa especializada, y una mala acogida del público llano tanto en España como en su país de origen, donde recaudó solo 8 millones en la semana de estreno de los 100 de presupuesto que tuvo. Algunos entendidos han culpado a la falta -en esta entrega- de algunos de los actores de acción emblemáticos de los años 90, pero lo cierto es que el largometraje no deja de ser un producto de usar y tirar. Como suele decir un cinéfilo amigo mío: “he venido a comerme una Big Mac, y me han servido una Big Mac”.
La cinta se ha rodado en diversos países de la geografía internacional; Grecia, Reino Unido, Tailandia, Bulgaria y Chequia. Es digna de mención la fotografía e iluminación más artificial que he visto en los últimos años en un largometraje. Los efectos especiales tampoco pasarán a la Historia del Celuloide, pero cumplen su función: adornar la obra de estos amigos que se reúnen desde 2010 para echar el rato y de paso, hacer caja...
Raúl Cabral.
Puntuación personal: 6