El alcalde de Nueva York, Rudolph Giuliani, llevó a cabo una campaña para limpiar la zona desde 1994 hasta 2002. Aumentó la seguridad, detuvo a los traficantes de drogas y cerró los cines pornográficos, lo que provocó un aumento de los negocios de lujo y teatros. Hubo muchos detractores que creían que así se diluía el carácter de Times Square.