Emma Donoghue adapta su propia novela (Room) para una impactante y desgarradora película que se estrenó en el Festival de Cine de Toronto de 2015 y también pasó por el Festival de Cine de Telluride. La historia es tan excepcional y las dos interpretaciones principales tan trascendentes que la película lleva acumulados gran cantidad de premios y nominaciones, donde podemos destacar el Globo de Oro para Brie Larson como mejor actriz principal y cuatro nominaciones a los Premios de la Academia como mejor película, director, actriz principal y guion adaptado, no tengo ninguna duda que Brie Larson será la ganadora. Por su parte, Jacob Tremblay ha ganado el Critics’ Choice Movie Award como mejor interprete joven.
[...] La película tiene dos partes claramente diferenciadas, la primera hora transcurre dentro de la habitación donde vemos los esfuerzos de Joy por dar a su hijo una cierta apariencia de infancia normal, cuando su realidad es otra. La siguiente hora madre e hijo están libres, pero se invierte la ecuación, disfrutan de una vida “normal” viviendo en casa de la madre de Joy, pero a los dos les cuesta mucho adaptarse. Ambas partes son igual de fascinantes aunque de maneras bien distintas pues cuentan vivencias diferentes, teniendo en común lo profundamente bien desarrollados que están los personajes. La historia que nos cuentan es dura, inquietante y perturbadora, por desgracia, hemos visto en las noticias que se han dado casos reales parecidos a este, aunque en esta ocasión está contada sin sensacionalismos, de una manera tan conmovedora y dulce que te atrapa de una manera especial.
Ya os contaba antes que Brie Larson ha recibido multitud de premios y nominaciones por su interpretación de esta sacrificada madre y es que su trabajo es magnético y brillante, consigue que nos identifiquemos desde el primer momento con ella y con sus circunstancias resultando ser profundamente creíble. No tengo la menor duda de que el Oscar será suyo. La interpretación del joven Jacob Tremblay, de tan solo ocho años, es igualmente notable pues consigue mostrarse ingenuo, asombrado, tímido o desconcertado, con aparente facilidad. Las escenas más oscuras entre los dos son pura química.
Una historia de descubrimiento emocional, tan dura como extraordinariamente tierna, con impresionantes y sólidos desempeños de Jacob Tremblay y Brie Larson, asombrosos de principio a fin.