Especies como el oso, el salmón, la víbora de Seoane, el gato montés, la mariposa hormiguera, el lobo ibérico, los caballos salvajes o el urogallo son los protagonistas principales o secundarios de esta cinta, donde cada uno de ellos escenifica su propia historia. A través de un hilo conductor, que son las cuatro estaciones, descubriremos a los habitantes de las montañas, los bosques y los prados cantábricos.
La cordillera Cantábrica es un mosaico de paisajes encajados entre valles y picos, cada pradera es una isla, cada mata de bosque un mundo, cada crestería rocosa un refugio. Gracias a la proximidad del mar, a las elevadas precipitaciones y a un clima sea muy húmedo y templado, se ha originado una amplia vegetación en los bosques, y es el lugar perfecto para esconder un gran número de animales y otras formas de vida que conviven desde tiempos remotos. Un lugar donde la fantasía y la realidad caminan juntas.
Este filme está dirigido por Joaquín Gutiérrez Acha, autor de documentales como Guadalquivir (2013), Lince ibérico. El cazador solitario (2004) o Las montañas del lobo (2003).