En Cantábrico se han conseguido rodar escenas nunca antes vista en el cine, como el ataque y cacería de una manada de lobos ibéricos salvajes a un ciervo. Además, podemos ver el cortejo de siete machos de urogallos a un grupo de hembras, una osa amamantando a sus crías y la caza del gato montés entre otras. Y es que, por poner un ejemplo, el naturalista Félix Rodríguez de la Fuente filmó escenas de caza en la década de 1970, pero con animales en cautividad.
Escondido en los rincones más ocultos de la cordillera Cantábrica, el equipo del filme ha pasado dos años rodando este documental. Además de en Cantabria, la película se ha rodado en localizaciones de Galicia, Asturias y Castilla y León. Según el director del filme, Joaquín Gutiérrez Acha, lo más curioso es que se trata de: "parajes inhóspitos y maravillosos, que tienen la particularidad de estar al lado de tu casa".
Para captar las escenas de la vida de los animales que pueblan la cordillera Cantábrica, el cineasta ha recurrido a medios de rodaje de última generación, como cámaras de ultra alta definición, drones teledirigidos y cámaras de alta velocidad capaces de grabar más de 1.500 fotogramas por segundo.