Kylie Buckneel (Morgana O'Reilly), la protagonista de Housebound, hace años que no visita ni mantiene una relación estable con su madre. Al mismo tiempo, su vida no es nada sencilla, y se complicará, aún más, cuando tras cometer una infracción, sea condenada por un jurado popular a cumplir una condena bajo arresto domiciliario. Este hecho la obliga a regresar a casa de su madre Miriam (Rima Te Wiata) en su ciudad natal. La relación sigue siendo como siempre, sin nada que la mejore y se complica más cuando su madre empieza a pensar que la casa está embrujada por espíritus.