Crítica de SensaCine.com para Eliminado: La red (mortal) social

Cambian las modas, aparecen nuevas formas de comunicarse, las tecnologías se innovan a ritmo vertiginoso… y el cine de terror para adolescentes sigue sustentándose en los mismos viejos y entrañables elementos de toda la vida. No es (ni será) Eliminado la primera propuesta que utilice internet y las redes sociales para volver a contarnos ¿falsas? historias de fantasmas, slashers entre ventanas abiertas en la pantalla y reescribir a la Agatha Christie de Diez negritos en un chat internáutico en vez de en una isla incomunicada.

Mario Bava habría disfrutado mucho dirigiendo Eliminado (si algo le falta a la película es un director que sepa arriesgar y crear), él, que ya hizo su Diez negritos y su Viernes 13 con Bahía de sangre. Para Bava, un espacio reducido, un único escenario y una claustrofobia galopante resultaban acicates a su inventiva. En Eliminado se hallan estas cosas, pero no la inventiva… o no del todo: hay un par de soluciones visuales que tienen bastante estilo y sorprenden por su ejecución, aunque el resto es básicamente funcional, lo que tampoco es un reproche. Juego de misterio, sospechas y rostros juveniles iluminados por la luz de la pantalla de un ordenador, el film sabe utilizar sus escasos recursos, su modestia de medios y su premisa narrativa.

La serie B, en especial de género, siempre fue más proclive al experimento, a pesar de que luego lo traicionara en aras a una sorpresa final o a una asunción de los tics del subproducto o el cine bis. Con una (muy corta) duración estándar, actores desconocidos y no para lanzar cohetes y un argumento que saquea sin problemas (menos tenemos los fans incondicionales del terror y el suspense)de mil y un sitios, hasta de Las diabólicas y del Crimen de doble filo de José Luis Borau, film que si de verdad lo han visto los guionistas es para ponerles un piso, Eliminado no va a pasar a la historia, pero sí que quedará como la respuesta 4G a lo que hasta hace nada era la nueva (¿nueva?) ola del horror: el Kevin Williamson de Sé lo que hicisteis el último verano…

A favor: maneja muy bien el suspense y los momentos shocker.

En contra: en el fondo es lo de siempre.