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    Ahora o nunca
    Críticas
    3,0
    Entretenida
    Ahora o nunca

    De no boda en no boda

    por Xavi Sánchez Pons

    Corren tiempos esperanzadores para la comedia comercial española. Sobre todo esa que se hibrida con referentes anglosajones para crear una nueva forma de hacernos reír evitando caer en la típica españolada. Quizás los mejores representantes de esa corriente sean Javier Ruiz Caldera y Borja Cobeaga, autores de películas como Tres bodas de más y No controles, filmes en los que el orgullo cañí se fusionaba acertadamente con efluvios yanquis. María Ripoll se une ahora a este club con Ahora o nunca, una apañada romcom que se mira tanto en la escuela de Richard Curtis –Notting Hill, Love Actually-, como en las comedias sentimentales protagonizadas por Ben Stiller –Los padres de él, Y entonces llegó ella-.

    La historia de Ahora o nunca es simple: una boda en Inglaterra, la de los personajes interpretados por Dani Rovira y María Valverde –una pareja cinematográfica con química-, que se verá pospuesta sine die por culpa del cierre del espacio aéreo europeo. Rovira y los invitados de la boda harán todo lo posible por salir de Barcelona y llegar cuando antes a suelo británico, que es donde se encuentra la novia y su séquito. A partir de ahí empiezan una serie de enredos, malentendidos y situaciones estrambóticas que se suceden a un ritmo endiablado. Y ese es uno de los aciertos del filme, la precisión con la que el dúo de guionistas formado por Jorge Lara y Francisco Roncal urde el entuerto, el encaje de bolillos de todos los momentos cómicos; el accidentado viaje de Rovira a Londres –el notable gag del pastel de hachís en Amsterdam-, los líos en lo que se ve envuelta la novia debidos a una supuesta infidelidad – entre ellos la caza de un queso rodante-, y el viaje en autocar a la boda de parte de la familia, tramo en el que destaca una Yolanda Ramos espléndida. 

    Ahora o nunca no es una gran película –tampoco pretender serlo-, pero si un notable producto con suficiente chispa, una comedia romántica resultona con las costuras a la vista dirigida con mano de artesano por María Ripoll, directora catalana que ofrece aquí su mejor versión. También confirma a Dani Rovira como nuestro Ben Stiller oficial, y demuestra la vis cómica de una encantadora María Valverde.  

    A favor: Su apuesta firme por huir de la típica españolada

    En contra: Se le notan las costuras

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