Vale, no lo voy a negar. A Marvel cabe reconocer el logro de haberse convertido en el estudio Hulk revienta taquillas, elevando a los superhéroes a género supremacista de al menos la última década, guste o no a maestros como Scorsese.
Mientras que DC solo se ha llevado un mordisquito del pastel con sus héroes supertraumados, Marvel, con sus más de veinte películas de un universo cinematográfico estructurado en fases, ha logrado conectar con el espectador con esa jugosa mezcla de acción, humor y ritmo.
Sin ser aficionado al cine inflado de artificio he de reconocer episodios gloriosos a dicha marca como "Guardianes de la Galaxia" 2014, "Doctor Strange" 2016, "Thor: Ragnarok" 2017, y ya de paso marcarse una bajada de bragueta reventando la taquilla histórica con el cierre de la serie "Avengers".
Dicho esto, con su último producto "Viuda negra", ¿nos encontramos ante el mismo patrón palomitero que deja el sabor de un buen rato?
Ni de lejos...
"Viuda negra" es una obra mal ejecutada de principio a fin. Ni contando con estrellas de alto voltaje logra despegar la trama en sus más de dos horas de duración. Johansson está en modo contenido todo el metraje, incluso en una actriz de su talla resulta más difícil haber logrado dibujar un personaje tan anodino e insulso como está Natasha Romanoff. Florence Pugh, que dejó una interpretación espectacular en Midsommar, aquí transita entre el "no me lo creo" y el "joder, que verguenza". Y tanto Rachel Weisz como David Harbour, que parecían que iban a darle otra tonalidad a la obra en su inicio, acaban en el mismo despropósito en sus reapariciones hacia mitad de película. Memorable el reencuentro familiar entre los cuatro en una secuencia interminable de diálogos estúpidos que no parecen acabar nunca.
Y es que en estos terrenos se mueve la película, por momentos no sabes si van de serios con asesinos de élite a lo Jason Bourne o jugando la fórmula del humor que tanto le ha funcionado a Marvel, solo que esta vez ni una hace gracia.
Obra de corte feminista donde casi todo el elenco son mujeres y los pocos hombres que aparecen son muy bobalicones o directamente malignos (aquí al malo solo de falta gritar: "¡Que malvado soy, muahahaha!"). Y aunque es necesario revindicar el cine femenino en este caso han pasado por alto la principal premisa, no hacer sentir al espectador que ha tirado su tiempo y su dinero.
En definitiva, aunque la gran mayoría de la crítica se ha esforzado en sacarla brillo, llama la atención como grandes medios se deshacen en elogios, "Viuda Negra" es un truñete mal ensamblado que ni siquiera te permite entrar en su juego.