Recientemente hemos visto otra película sobre otra cantante de ópera con muy pocas dotes para la música. Se trataba de la película francesa Madame Marguerite (2015), de Xavier Giannoli, film que transcurría en el París de los años 20 y que narraba una historia similar.
Además de las ya mencionadas, una de las cantantes de ópera más nefastas de la historia del cine es sin duda Susan Alexander Kane (Dorothy Comingore), mujer del magnate que interpretaba Orson Welles en Ciudadano Kane (1941). También en esta película, el éxito de 'cantar' en un gran teatro llegaba gracias a la financiación de su marido el multimillonario Charles Foster Kane.
El actor Simon Helberg, conocido por dar vida a Howard Wolowitz en la serie Big Bang, se mete en la piel de Cosme McMoon, el fiel pianista de Florence.
El guion de Nicholas Martin se centra en el último concierto que dio Florence en 1944, un mes antes de morir, y en un Carnegie Hall al que acudieron unas 3.000 personas.
Se han hecho varias obras de teatro sobre la vida de Florence Jenkins: la primera fue representada en 2001 en el Edinburgh Fringe; en Noviembre de 2005 se estrenó otra en Broadway, y ese mismo año 'Glorious' de Peter Quilter en el West End de Londres, Inglaterra.