La película se basa en un caso real que ocurrió en el año 2004. Lucía de Berk, una enfermera pediátrica, fue condenada a cadena perpetua por la justicia holandesa, acusada de siete asesinatos. Pero en 2010, tras 6 años de litigios, fue puesta en libertad.
A la verdadera Lucia de Berk la acusaron de tener un pasado oscuro que reflejaban sus diarios. Además mintió acerca de su título de enfermería. Sin embargo nada de esto se menciona en la película.