La raza como delito
por Eulàlia Iglesias"Ésta es la historia de Huracán/el hombre al que las autoridades culparon/por algo que no había hecho" cantaba Bob Dylan a mediados de los setenta, cuando el caso del boxeador Rubin Carter, apodado Huracán, se convirtió en un emblema de la lucha por los derechos civiles tras su encarcelamiento por motivos racistas.
Ésta es también la historia de Huracán, esta vez puesta en escena por el veterano Norman Jewison a partir de un guión de Armyan Bernstein y Dan Gordon que se inspiraba en un par de libros sobre el tema, uno de ellos escrito por el propio Carter.
Jewison combina el relato de los hechos que cantaba Dylan en su famosa balada con el seguimiento del trío de abogados canadienses que presionaron para reabrir el caso. Denzel Washington se encarga, una vez más, de interpretar a un héroe de la lucha contra el racismo en Estados Unidos. Por todo ello, la película se pone al servicio de loar los esfuerzos por recobrar su libertad de un icono en lugar de retratar a un hombre que no por ser víctima de los prejuicios racistas que le condemaron a veinte años entre rejas dejaba de tener sus aristas y lados oscuros. Monolítica y rígida, la película podría haber tomado como referente la canción de Dylan también en lo que a fluidez narrativa se refiere.
A favor: La banda sonora.
Lo peor: Que una historia humana tan impresionante acabe resultando aburrida.