Esta película supone el debut como director de Raúl Arévalo, quien -tras encargarse de los cortometrajes Un amor y Foigrás- ha dado el salto a la gran pantalla.
El actor afirma que se ha tomado todos sus trabajos como intérprete hasta ahora como "un aprendizaje para dirigir", ya que su sueño desde pequeño era ponerse detrás de las cámaras.
No es el único joven actor que se ha decidido por dar el paso a ponerse detrás de las cámaras. También lo hizo en su momento Paco León con Carmina y revienta y su plan de distribución en cines, estreno en internet y aparición en formato doméstico, todo a la misma vez.
La carrera de Raúl Arévalo ha estado muy ligada a Daniel Sánchez Arévalo, realizador que ha contado con él para todos sus proyectos: Azuloscurocasinegro (2006), Gordos (2009), Primos (2010), La gran familia española (2013).
Arévalo afirma que empezó a escribir Tarde para la ira siete años antes de que empezase a grabarse el proyecto.
El filme ha sido rodado en localizaciones de Madrid y, principalmente, de la provincia de Segovia, sobre todo en Martín Muñoz de las Posadas y el Melque de Cercos.
Ha contado con un presupuesto de 1,2 millones de euros.