Hace ya una década y media desde que se estrenó la película indie que lanzó la carrera profesional de Splick y Jason. Sin embargo, las cosas no han acabado bien. Los dos directores no se hablan desde los años noventa y ambos se encuentran en plena crisis de la mediana edad. Intentan lidiar como pueden con los retos de una carrera estancada y las relaciones problemáticas. Splick tiene un programa de televisión protagonizado con un obseso de los postres, pero es cancelado sin lamentaciones por la emisora y debe dar un paso atrás en su vida, volviendo a la casa de sus padres. Él y Jason están cansados de escuchar todo tipo de comentarios sobre las buenas películas que solían hacer, por lo que deciden volver a reunirse.
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