Five days to dance es un documental que cuenta el reto que se le plantea a un grupo de estudiantes de un colegio, en esta ocasión en San Sebastián. La idea llega desde Alemania donde cada semana los coreógrafos, Wilfried Van Poppel y Amaya Lubeigt, aparecen en la vida de los chicos y les plantean este reto: tienen cinco días para subirse a un escenario y bailar.
Estos dos coreógrafos se plantean trabajar con personas que nunca han bailado, porque la danza es un lenguaje común para todos y no importa el lugar. Este reto supone la ruptura de todos los roles que hay entre los adolescentes. No existe el guapo, el tímido o el malo, todos tienen el mismo papel, se comunican, se tocan y están a la misma altura.
Sin previo aviso, el lunes por la mañana estos bailarines aparecen en el instituto y le explican a un grupo de adolecentes que en esta semana podrán cambiar el rumbo de las cosas y moverse cuando el mundo los paraliza. En la vida de estos chicos se produce una especie de explosión y un cambio en sus vidas.