Dos hombres van a morir es una spaghetti western dirigido por Rafael Romero Marchent (Violines y trompetas) en el que se plantea una situación muy complicada para una comarca en la que los robos de manos de una banda están a la orden del día.
En el pueblo ya están cansados de tener que soportar la violencia de la banda de Bill el Sanguinario, por lo que deciden contratar a una agencia de detectives para que terminen con los crímenes y los robos en su ciudad, así podrán vivir en armonía. Sin embargo, más de un grupo de personas persigue a los bandidos y eso hará que haya alguna muerte inesperada durante la persecución.