Para acabar la película iniciaron una campaña de crowdfunding en la web Kickstarter, en la que 3.518 patrocinadores contribuyeron con 442.313 dólares, que superaron la meta de 350.000$ que se habían puesto.
El director afirma que a sus 86 años seguía teniendo ganas de hacer una película porque es una forma de arte y el arte es la búsqueda de la belleza interior. Además cree que el "mundo sufre de una carencia devastadora de poesía" y que "ingenuamente, soñamos con reconectar con ella a través del cine, pero la industria que ha colonizado este arte sublime ha hecho todo para despojarlo de su esencia poética", por eso optaron por Kickstarter para financiarse.
Tras 23 años de ausencia, Alejandro Jodorowsky regresaba al cine en 2013 con La Danza de la Realidad, un filme autobiográfico, al igual que Poesía Sin Fin.