Lo mejor de la película son los escenarios por los que transcurre y a los que la fotografía de la película saca un rendimiento más que aceptable. Lo peor, es todo lo demás.
Después de unos cuantos thrillers patrios de una calidad gozosa nos llega éste que viene a recordarnos las películas tan malas que hacíamos antes sobre policías y asesinos.
El comienzo de la historia es de una falta de ritmo y coherencia en el hilo de la historia, confuso y mal trabado, que hecho adrede el guionista no lo podía haber hecho peor, o el director, o los de montaje, no sé quién. Los personajes no se saben de dónde vienen, en donde estamos, qué muerte fue primero o fue después, cuánto tiempo ha pasado, nos encontramos con un asesino en serie, no sabemos cómo se enlazan los primeros asesinatos con los últimos. La protagonista no termina de perfilarse en toda la proyección. A lo largo de ella vamos averiguando con esfuerzo qué está pasando y salvo algún instante de la hermana mayor de la protagonista, ningún personaje cuaja. Y es que la interpretación de todos los actores no puede dar más de sí, a pesar de que en alguna escena sin dialogo se les ve con recorrido, la misma Marta Etura, que me parece una buen actriz, lo demuestra en algunas apariciones silenciosas.
Eso es así porque hacía tiempo que no oía unos diálogos tan artificiosos, huecos y algunas veces tan torpes. Como cuando un doctor le dice a la protagonista que tenga cuidado al despertar a una paciente porque la puede asustar, que teniendo en cuenta como está la paciente y los hechos que ha cometido, y que el doctor conoce, hubiera más bien de haberle dicho: Tenga cuidado al despertarla, porque se puede llevar usted un buen susto.
Y claro, con unos diálogos así, a un actor meterse en el papel, se le hace complicado, o el comentario de un policía a su jefa en medio de la aparición de un cadáver,
-Igual soy un poco chafardero, pero mi compañero bebe.
Más o menos.
No he leído la novela pero no creo que la adaptación le haga justicia por muy mala que sea aquella porque esta es un desastre.
En fin, unos escenarios que dan para muchísimo, una historia con misterio, fantasía, suspense, y unos actores que podían haber dado más de sí, para una película mediocre, de tarde de televisión con mantita y siesta, por culpa de un guión insuperablemente ineficaz y torpe.
Lo de Marta Etura, ya lo de haber estudiado con el FBI da risa, lo de consultar a su experto compañero americano da pánico, montando la pistola y sorprendiéndose y casi matando al marido da grima y lo de la escena de amor a posteriori no da ni para un aprobado en la Escuela de Cine.
Un fiasco con tan buenos mimbres que había.