Durante sus vacaciones, Ned (Bryan Cranston), un padre sobreprotector y su familia visitan a su hija en la Universidad, donde conocerán a su mayor pesadilla: su novio, Laird (James Franco), un multimillonario de Silicon Valley bien intencionado pero socialmente bastante complicado. El conservador Ned, piensa que Laird es la pareja menos apropiada para su hija. La rivalidad unilateral y el nivel de pánico de Ned se disparan cuando descubre además que Laird está a punto de hacerle a su hija “la pregunta”.
Una comedia familiar que disecciona las relaciones de yerno-suegro, en este caso, el yerno es un excéntrico millonario y bohemio muy lejos de la tradicional vida que nuestro suegro lleva. El guión tiene como participante a Jonah Hill, este tiene buenos momentos, la historia no es nada del otro mundo, los diálogos no son profundos ni suscitan a la reflexión y eso que se intenta tratar el tema del cambio generacional, y el cómo los adultos/ancianos no logran adaptarse a cómo se rige el mundo a día de hoy, tras una repentina evolución tecnológica que ha invadido todos los espacios de nuestra vida. Como he dicho el humor encaja bien aunque a veces se centran demasiado en ese humor básico de pedo, culo, caca y pis, un humor burdo y sin mucha elaboración, pero por suerte no es toda la película así. Los personajes están bien trazados, sumidos a situaciones también bien planteadas pero que a veces se repiten sin aportar algo nuevo.
Resumiendo; la obra plantea a una familia tradicional, humilde, la cual quiere que sus hijos estudien, vayan a la universidad y trabajen en el negocio familiar, el cual ya está obsoleto. Y por otro lado, James Franco como el yerno que busca la aprobación desesperada de sus suegro, maleducado y malhablado, quien no ha terminado sus estudios secundarios pero a quien le ha ido en grande en la vida, histrionico y lleno de locura, quien vive en una mansión donde la tecnología no le permite mover ni un dedo, todo está adecuado a él y eso se nota en su falta de madurez. Cranston sería el modelo formal y clásico de hombre, y James Franco es el "héroe moderno" de los niños, alguien que se ha hecho millonario desde joven creando y jugando videojuegos.
Ben Stiller como co-productor, Jonah Hill como co-guionista, y un Cranston y un James Franco en un registro humorístico que hacía mucho que no hacían. Podrían haber profundizado mucho más en el hecho de que la tecnología ha avanzado mucho y muy repentino, se ha adueñado de muchos muchos negocios y ha dejado obsoletos a muchos otros, y adultos ya casi entrados a la vejez, les cuesta adaptarse a esto. Es divertida y entretenida, pero no tiene nada que destacar excepto la aparición de los jodidos integrantes de KISS, eso ha sido increíble. Cinco alto.