La propia directora del documental decidió aprender a curar con las manos a la edad de 27. Con 40 años fue más allá y decidió encontrar curanderos de otros países y contar sus historias.
El largometraje quiere sumergerse en un viaje tan físico como emocional a través de una composición musical en la que participan Manuel "Lolo" Callejo y Dani Katanga.
La financiación del proyecto se hizo a través de crowdfunding, una financiación participativa para mantener la autonomía del documental.