Jalisco, Méjico. Salvador Pérez Gómez queda huérfano a una temprana edad. Sus padres han sido asesinados de una manera muy misteriosa y nadie ha descubierto a los autores de este crimen. El pequeño muchacho será criado por el peón de la hacienda, Chaflán, y Radilla, el cantinero español y padrino de Salvador. Cuando el niño se haga adulto buscará desesperadamente la forma de vengar la muerte de sus padres; de una manera u otra.