El director ha desvelado que los actores tuvieron que pasar 27 días encerrados en un furgón de la policía, situación que provocó que muchos de ellos sufrieran pesadillas y hasta crisis de pánico.
Durante la grabación tuvieron una limitación de tiempo, pues debían terminar en 27 jornadas, a pesar de que según el director el filme exigía unos 60 días de rodaje.
La película abrió la sección Una Cierta Mirada del Festival de Cannes 2016.
Para poder ver todo lo que ocurría emplearon una cámara 360º grados dentro del vehículo.