La comediante y estrella de sitcom Roseanne Barr se presentó legítimamente en campaña para la presidencia de Estados Unidos en 2012. Su objetivo era romper el sistema político bipartito que dirige el país. Pese a parecer una broma, Barr buscaba ser escuchada y personalidades como Rosie O'Donnel y Michael Moore ilustran aún más su apoyo.