Algunos familiares de Javier Fesser aparecen en la película.
La idea del platillo volante le surgió al director después de ir con su hija al parque de atracciones.
Un día antes de comenzar el rodaje, Luis Ciges telefoneó al director para avisarle de que no iba a hacer la película porque se veía muy mayor. Finalmente, lograron convencerle.