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    Dioses
    Críticas
    3,0
    Entretenida
    Dioses

    El médico de mármol

    por Suso Aira

    Hubo un tiempo en el que le cine polaco era uno de los más prestigiosos, más programados en cine-clubs e incluso más exhibidos, con éxito, en los cines. Todo eso pasó, se perdió, como se perdió también el propio cine que se producía en Polonia. Era como si aquella generación de jóvenes rebeldes que intentaron abrir un poco los regímenes comunistas impuestos desde Moscú no hubiera encontrado un relevo. Sí, el autor de Ida podría pertenecer a esa nueva hornada, pero cuando quien sigue al pie del cañón es el veteranísimo Andrezj Wajda (con intermitente interés, ya a veces rozando la senectud creativa) ya nos pone sobre aviso de que no hay un movimiento de verdad fuerte de cambio.

    Dioses no pertenece a ninguno de esos posibles movimientos o nuevos cines, nuevas olas: es un título comercial (todo el cine tiene vocación de serlo, por supuesto, pero ya nos entendemos ¿no?), una película de fácil consumo que de hecho se ha convertido en una de las más taquilleras en su país. ¿Qué es Dioses? Pues antes que nada es un biopic, y un biopic con todos los tics, tópicos e ítems de esta clase de películas: se cuestiona bastante poco al personaje principal, se le despoja de aristas y se hace de su individualismo (algo que podría ser interpretado como ya la puntilla al comunismo de antaño) una virtud. Biografía del médico que, tras años en los que los trasplantes de corazón habían quedado olvidados junto al recorte de prensa del pionero sudafricano y futuro playboy Christian Barnard, perfeccionó esta técnica quirúrgica, puso coto al rechazo, Dioses no se sale jamás de esa pulcritud formularia de las odas a los genios, comprendidos o incomprendidos. En este sentido se acerca más al cine norteamericano que al propiamente polaco o europeo: todas las vicisitudes, errores, problemas, enfrentamientos… que el protagonista tiene hasta que consigue que su paciente sobreviva a la intervención no desmerecerían en un producto al uso de Hollywood sobre inventores, científicos y (de ahí el título) dioses humanos. Los momentos en los que se discute sobre el papel de la medicina, los médicos y los investigadores médicos, y en donde sale a colación eso ya tan antiguo de si se está jugando a ser dios, aportan el toque reflexivo y discursivo. Más interesante, además de la utilización del suspense dentro de esa investigación y experimentación médica (algo tampoco inventado aquí), es el retrato de fondo de la Polonia de los años 80. Significativo que en un film que no juega a ser político se nos cuente más de la política y la sociedad que en, por ejemplo, el biopic que sobre Lech Walesa estrenara Wajda.

    A favor: explicar el régimen político-social polaco desde un hospital.

    En contra: cae en la hagiografía.

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