El río Suzhou, en Shanghái. Mardar, repartidor de paquetes con su motocicleta, uno de sus encargos es llevar a Moudan a casa de su tía cuando el padre trae a una mujer a casa, al cabo del tiempo Mardar y Moudan se van enamorando, pero, Mardar es contratado para secuestrarla y chantajear al padre. Moudan, toda decepcionada y engañada, desaparece. A los tres años, Mardar deja de ser un prisionero y va en busca de su chica. Y casualmente conoce a Memei, una chica igual de parecida que Moudan.
UNA OBRA DE CULTO SOBRE EL AMOR Y LA OBSESIÓN
Pues le doy toda la razón a este gran personaje con la voz en off que es el que nos cuenta una parte de la historia, porque parece que no, pero hay muchos sitios en un país o ciudad que pueden causar cualquier tipo de emoción y sensación, y sobre todo hacerte una descripción clara y breve de esa zona, igual que al fijarse en los habitantes, y observar sus vidas cotidianas. A día de hoy, hemos perdido contacto visual y comunicación por culpa de los móviles y ordenadores, y deberíamos reflexionar sobre ello y volver a aprovechar el poder visual y comunicativo que tenemos.
Esta historia te cuenta detenidamente la historia de amor de un repartidor y su encargo: una chica super acogedora y feliz e inocente aún viviendo en una situación no muy cordial. Muchas veces la forma de crear películas y representarlas cambian en algunos aspectos dependiendo de las culturas en las que se graban o en que ambientaciones esté, y por eso, en este caso he cambiado un par de veces de opinión, con la cinematografía y las actuaciones. Sin embargo, las interpretaciones me gustan, pero las necesito más emotivas y con un poco más de entusiasmo ya que en algunos puntos más dramáticos de la historia no he sentido nada.
Sin duda alguna, el objetivo de esta película es más que bueno, se queda a las puertas de lo que para mí es una historia y un guión original, pero no me importa, ya que al final de la película lo que para mí consigue es un punto existencialista más que acertado. Y eso me ha obligado a decirme a mí mismo que si tengo la oportunidad de verla otra vez lo haré.