El equipo de efectos especiales de esta película es el mismo que se ha encargado de los dragones de Juego de Tronos.
La película se basa en el incidente conocido como Phoenix Lights, un avistamiento masivo de ovnis que tuvo lugar en Phoenix (Arizona) y Sonora (México) el jueves 13 de marzo de 1997.
Durante la producción de la película, los cineastas fueron contactados por el Departamento de Justicia de EE.UU. debido a que la página web de la película parecía auténtica. Fueron amenazados con ir a la cárcel y con multas sustanciales, creyendo que la página infringía leyes relacionadas con la localización de los desaparecidos. Pero, tras intensas negociaciones legales, la web fue restablecida.