Philippe Lioret eligió Canadá para rodar esta película con el objetivo de buscar un lugar lejano en el que se hablara francés para reforzar así el compromiso de Mathieu para reunirse con sus hermanos.
Para encontrar el carácter propio de Pierre, Lioret vio muchas películas hasta que visualizó Le Démantellement, protagonizada por Gabriel Arcand, que le sirvió de influencia.