Ese poli es un panoli
por Xavi Sánchez PonsNo es oro todo lo que reluce dentro de la corriente de cineastas españoles que se acogen a eso del low-cost –el cine de bajo presupuesto de toda la vida vamos- para dar salida a películas que difícilmente tendrían cabida en las productoras oficiales. Pero si hay unas cuantas que dentro del amateurismo-DIY bien entendido, la falta de medios, y una fe casi loca en sus posibilidades a lo Ed Wood, consiguen proponer algo original, una lluvia de ideas interesante o unas cuantas escenas para el recuerdo. Investigación Policial es una de ellas, una buddy movie bizarre e hilarante llena de risas que funciona como una versión fumeta de Misterioso asesinato en Manhattan con fugas al John Hughes de Mejor solo que mal acompañado.
El debut de Daniel Aguirre tras las cámaras puede parecer un filme sin rumbo, una sucesión de gags sin ton ni son protagonizados por dos cómicos en forma con una química estupenda, el mismo Aguirre y Sergio Cortina, pero propone una idea brillante: mostrar una investigación ‘policial’ chapucera en sus tiempos muertos, esos momentos en los que se supone que no pasa nada y que no solemos ver en los filmes del género. Las esperas, las escuchas, los trayectos en coche, están rellenados aquí por diálogos tronchantes en los que cualquier topic es posible. Y ahí se encuentra lo mejor de la película, los duelos dialécticos entre Aguirre y Cortina, cumbre de la comedia patria reciente – sobre todo el que abre la película sobre la repostería-.
En relación con los títulos que ha dado recientemente el cine de bajo presupuesto nacional, Investigación Policial viene a ser el reverso amable y desmelenado de la enfermiza Dispongo de Barcos, seminal película de Juan Cavestany sobre un enigmático grupo de ladrones a la deriva. Aguirre convierte su debut en un especie de spoof del género policíaco con guiños a la factoría ZAZ –el gag escatológico del micro espía-, con un twist final a lo Superfumados en clave cañí en el que participa Antonio Resines. Por cierto, el cameo de Resines, más el del periodista deportivo Iñaki Cano, hacen que la fiesta sea aún más redonda en este modesta pero resultona y voluntariosa comedia llena de humor absurdo.
A favor: los diálogos fumetas y tronchantes entre Sergio Cortina y Daniel Aguirre
En contra: algunos gags no acaban de funcionar