La noche de Halloween es la segunda entrega de lo que se convertiría la saga de David Gordon Green. Una película increíblemente bien dirigida y bien hecha, dónde volvemos a encontrarnos con Laurie Strode y Michael Myers después de que pasaran 40 años desde aquella noche de Halloween de 1963.
David Gordon Green sorprende con esta increíble película, que muestra a un Michael Myers más violento de lo que hemos podido ver en otras de las entregas clásicas, con una máscara que intenta parecerse a la del 78, deteriorada por el paso de los años pero que queda increíble.
James Jude Courtney (Michael Myers), encarna a este personaje de manera excepcional, pues en la película nos lo muestra David Gordon Green de manera muy sutil su rostro, ya viejo, de poco pelo y canoso, que tiene lo que es para mí, el tamaño perfecto para un Michael Myers que no tiene piedad. También lo es Nick Castle (Michael Myers) que fue el primero en interpretar a este ser inhumano, y que también participa como “The Shape” en las películas de David Gordon Green.
Hablemos un poco de Laurie Strode (Jame Lee Curtis), la cual vemos en el filme también más mayor como era de esperar tras 40 años, pero preparada con todo tipo de armas para hacer frente a Myers, su mayor pesadilla. Con esto quiero decir, que la edad no le ha impedido sacar fuerzas y prepararse para su reencuentro. A la espera de que lo vuelvan a trasladar de centro, porque parece ser que ningún centro es capaz de tenerlo y cuidar de él, Laurie mantiene su afán de acabar con la vida de Michael, deseosa también de que se escape para poder enviarlo al infierno.
Cuando vi la película en el cine, no me podía creer lo que estaba viendo, una película muy bien realizada, gracias a un director nuevo para mí, David Gordon Green. En aspectos técnicos, me gusta bastante la dirección, esta película tiene uno de los créditos iniciales más alucinantes que haya podido ver, no en cuanto a tipografía ni a nada por el estilo, sino la introducción que tienen. Cabe destacar que me gustó muchísimo que respetaran la originalidad de las letras de las películas clásicas de Halloween, y por supuesto, la típica calabaza, todo ello acompañado de la increíble banda sonora de Carpenter, la cual hace a día de hoy que se me pongan los pelos de punta.
Aunque haya dicho que el guion es bastante bueno, no puedo evitar decir que haya cosas que no me gusten nada, y en este caso me pasa. Odio que en las películas americanas estén tan “flipados” los personajes en cuanto al guion. Por qué los protagonistas están todo el rato acojonados con Michael Myers y cuando llega el momento de disparar o atacar a Myers le dicen cosas como “Te pillé”, “He soñado con que se escapara para poder matarlo”, “acaba conmigo, ¡vamos!” y encima, lo dicen con una cara de confianza total en ellos mismos. Es muy difícil de explicar, pero no solo pasa en esta película, sino en muchas otras producciones cinematográficas, y todo ello es porque los americanos son así, y no los culpo, pero si que es verdad que eso hace que no me lo trague. Ellos son así de épicos en sus guiones, pues nada, a convivir con ello.
Quitando eso, que puede llegar a sacarnos del filme, la película es muy recomendable de ver. Como fan acérrimo de la saga de Halloween de cualquiera de las líneas temporales que hay, recomiendo todas y cada una de ellas. Evidentemente, unas más malas que otras, pero todas nos aclaran dudas.