Warner Bros. Es Temporalmente La Hammer Productions Moderna
"Lights Out", el segundo filme de horror mas anticipado del año ( el primero, indiscutiblemente, fue "The Conjuring 2" ) aterriza en pleno verano con una inimaginable recepción en taquilla pero con desiguales por parte de la critica especializada. No es perfecta y a pesar de ser favorecida con la producción del maestro del horror del siglo XXI, James Wan, resulta distante de las obras del productor; no obstante, otorga algunos sustos bien logrados y unos cuantos desvíos de las decisiones convencionales del género, aunque, como es recurrente en el verano, todo lo que prometen desaparece cuando encienden las luces.
Tal y como ocurrió con el mismísimo Wan al inicio de la década con "Saw" y con Andrés Muschietti con su corto "Mama", el talentoso director sueco David F. Sandberg logró el aval de New Line y Warner Bros. para adaptar su cortometraje del 2013 en un lucrativo filme de 81 minutos. Han sido varios los casos en que Hollywood acoge las ideas originales de cortometrajes (especialmente, referentes al cine de horror) para llevarlos a la pantalla grande; sin embargo, es complejo y expectante el proceso de alongar una sencilla trama de tres minutos en un argumento sólido de más de una hora. Sandberg supo crear una atmósfera tétrica y en constante movimiento, pero descuido un trato digno a semejante premisa dificultando la solidificación de un verdadero clásico moderno, aún así, es una delicia disfrutar de la oscuridad de su invención.
Rebecca (Teresa Palmer), es una joven que determina alejarse de su hogar para dejar atrás sucesos inexplicables que acontecieron en su infancia gracias a los trastornos psicológicos de su madre con su amiga imaginaria Diana (Alicia Vela-Bailey). No obstante, Martin (Gabriel Bateman) sustituye el papel de su hermana mayor en casa de su madre, evidenciando la aparición de una mujer con espeluznante apariencia en cuanto las luces se apagan. Rebecca decidida a confrontar sus miedos atávicos de la niñez y a salvar a su familia, indaga el origen de los problemas mentales de su madre Sophie (Maria Bello), descubriendo las trágicas raíces del ente que los atormenta, Diana fue una marginada niña con problemas psiquiátricos gracias a una enfermedad en la piel al contacto con la luz, ahora, es una aparición sobrenatural agresiva en busca de una mente débil, lastimosamente, ha encontrado apogeo en una familia que era nuclear.
Ademas de cada uno de los aspectos que adornan las películas de Wan, uno de los factores primordiales es crear personajes que nos importen, que nos preocupen, personajes que tengan bases crédulas, un argumento simple pero con corazón, con expectativa y sobre todo que asuste. Carencia que esta presente en el filme, Palmer y Bello no encienden la chispa en pantalla con sus actuaciones. La historia toca las reminiscencias del género y no logra establecer los alcances de Diana, aunque, algunas de las secuencias mas tensionantes son fundamentadas netamente en estas.
Con multitud de recursos como la ambientación ( hecho interesante: estoy casi seguro que los interiores de la casa de Sophie en que grabaron "Lights Out" son los mismos utilizados en "Ouija" de Universal en 2014 con pequeñas modificaciones, estén atentos a los detalles ), la iluminación y el paisaje sonoro logran enganchar al espectador en un tenebroso espiral hacia sus miedos mas profundos, el armario, la negrura debajo de la cama, un lóbrego sótano y por supuesto el temor universal a la oscuridad.
Cansados de tramas difusas que no llegan a ninguna parte, el argumento es sencillo y simplemente eficaz. Una narrativa que compagina con la inquietante banda sonora y una cinematografía digna de admirar, obteniendo secuencias que erizan los vellos de la nuca durante toda su extensión. Con unos adecuados 81 minutos, se desliza poco a poco entre dar pistas y entregar sustos baratos con un desenlace perteneciente a un drama familiar, nada apropiado para el tono de la película, pero al menos fue decente.
"The Ring", "Dark Water" e incluso "The Conjuring" son bastas referencias en la cinta de Sandberg y pese a que en ocasiones se estanca en proyectar sustos que ya hemos visto, proporciona determinadas escenas que exploran los lugares mas recónditos de tu mente y te agobian hasta estar bajo tus sabanas en mitad de la noche. La luz roja intermitente en el apartamento de Rebecca, el enfrentamiento entre Diana y Bret y los últimos treinta minutos aprovechan el recurso hasta mas no poder; la película va mas allá de dejarte al borde del asiento, la película se queda contigo hasta la oscuridad de tu propia habitación y obligatoriamente tendrás que recordar a Diana.
"Lights Out" es el debut soñado de cualquier director y cumple con generar expectación sobre qué entregará David F. Sandberg con Annabelle 2. En un periodo en donde las cintas de terror están teniendo un auge espontaneo, el ultimo proyecto de New Line no sobrepasa el nivel alcanzado de anteriores filmes de la productora, no obstante, entretiene, asusta e incluso paraliza. La única función de "Lights Out" es nutrir aún mas el miedo universal a la oscuridad y sí, debo encender la luz mas de tres veces para asegurarme que estoy solo, sin embargo, la silueta de Diana siempre esta ahí.