"Aquarius" (traducida como Doña Clara que posiblemente se ajuste más a la realidad de la cinta donde una Sonia Braga realiza su papel con una solvencia más que aplastante) del director brasileño Kleber Mendoça Filho quiere mostrar el último capítulo de la vida de su personaje. El director busca reflejar el paso del tiempo en su protagonista con naturalidad, pero aparecen en su camino factores que le niegan seguir su propia vida como ella desea en el mismo lugar donde recuerda su pasado y de su vida por muy retirada que esté de su oficio. Por eso, desea una jubilación en un remanso de paz y se aferrará a la vida y a las cosas que le rodean porque sin ellas tanto sus recuerdos como su existencia ya no tienen ningún sentido. Así pues se muestra la fuerza de voluntad de una mujer en el ocaso de su vida, la cual por muy sola que esté, siente un especial acogimiento en su mundo que le rodea y por más bombas que le tiren encima, nunca abandonará.
En fin, que los poderes establecidos quieren echar al mar a una persona mayor porque en ese espacio de sentimientos se quiere construir un bloque de pisos de un rendimiento económico espectacular.
Clara vive en un piso de la playa de Recife en el estado de Pernambuco en Brasil. Crítica musical retirada a los sesenta y pico de años con una vida plena, ahora vive sus últimos años en su rincón junto al mar con discos de vinilo y paseos de playa con charlas con sus amigos y vecinos.
Ese sosiego de calma pronto se va a ver alterado porque una constructora ha comprado los pisos de los vecinos y pretende hacerlo con el suyo, pero ella da la espalda a las ofertas que le llegan porque no le interesa cambiar de aires
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Les da la espalda y no los escucha pese a ser el último inquilino del bloque, pero no lo hace porque su estancia es mucho más que unas sillas , unas mesas y unos jarrones sino que es una palpitación de imágenes del recuerdo que se te vienen a la cabeza constantemente. Por lo tanto, la desaparición de ese espacio viene a ser como destruir parte de su vida, de su ser y por ello lucha con todas sus fuerzas contra eso. La presión no es muy violenta sino que es sigilosa, persistente, opresiva. Se intenta entrar por retaguardia para convencer a sus hijos y que abandone su tozudez. Sin embargo, ella se obstina en resistir en una casa que le remite tantas sensaciones placenteras.
En fin, la cinta es una reflexión de la fuerza humana que una sola persona puede demostrar su resistencia frente a la capacidad destructiva que tienen las grandes empresas constructoras en conseguir sus propósitos. Éstos últimos siempre al acecho de su presa. Es ,en definitiva, una muestra de tesón y fuerza de voluntad de una mujer que si el cáncer no ha podido con ella, menos podrán una banda de tiburones especuladores del ladrillo que quieren destruir su último suspiro