Desde sus inicios en la década pasada, el director estadounidense Robert Eggers ha declarado mediante un cine oscuro y sombrío su amor y pasión por las historias paganas, historias sobre el demonio, sobre rituales o sobre conjuros. Esto lo afirman todas sus películas, desde aquel debut tan aclamado y esperanzador que fue "The Witch" en 2015 hasta la épica "The Northman" de 2021, pasando por la que yo aún considero su mejor obra "The Lighthouse" de 2019.
Tan profundo es este amor de Eggers hacia lo lóbrego, que al cineasta no le ha costado decir desde siempre que una de sus películas favoritas en la historia del cine es la gran sinfonía al horror "Nosferatu" de Murnau.
Por lo cual tras el gran éxito comercial de "The Northman", Eggers decide crear a lo grande su proyecto más ambicioso y sin duda el que yo creo que más ilusión le hace como director.
Esta nueva versión por la visión de Eggers de la "Nosferatu" de Murnau, me ha creado un hype también grande durante estos dos últimos años que lleva anunciada que incluso al acercarse la fecha de estreno me esperaba una decepción enorme. Algo que por suerte no ha sido así para nada.
Eggers logra crear una de las mejores películas sobre el Dracula e Bram Stoker que he visto en mi vida, la cual obviamente sin superar a la de Murnau logra transmitir todo su movimiento expresionista para entregarnoslo en esta época para la gran pantalla de una manera mucho más poética visualmente y artísticamente.
Sin duda es totalmente cierto lo que dicen muchas de las primeras críticas que he leído antes de la película, casa plano que Eggers ofrece al espectador es como si fuera una obra de arte en pintura. Por lo que no hace falta que diga que la cinta artísticamente y visualmente son de lo mejor que he podido ver en los últimos años en la gran pantalla.
Narrativamente también resulta impresionante, logrando agrandar en contenido la obra maestra de Murnau para desarrollar mucho más los acontecimientos de la misma, y sumándole diálogos se queda con un film cuarenta minutos más largo.
El final de la película el cual no voy a develar pero quiero comentar que es indudablemente de los mejores del año, por no decir el mejor. Sobre todo gracias a esa puesta en escena que se va rindiendo durante toda la cinta para llegar a su climax en el desenlace.
Una vez más en un largometraje de Robert Eggers las interpretaciones son alucinantes, desde el ya mítico y fetiche de Eggers Willem Dafoe hasta la nueva actriz protagonista Lily Rose Deep, destacando como sin duda la actuación más sorprendente a la de Nicholas Hoult, el cual en estos últimos años se está ganando todos mis respetos como actor.
También me encantaría destacar el trabajo en vestuario, sobre todo en el de esta nueva caracterización del tenebroso Nosferaru interpretado por Bill Skarsgård, la cual me parece una decisión arriesgada pero perfecta para el estilo del film.
La trama ambientada en el siglo XIX narra la historia de Hutter (Nicholas Hoult), un recién casado que a cambio del puesto de socio viaja hasta un castillo perdido en los Cárpatos para vender un inmobiliario al Conde Orlok (Bill Skarsgård).
Robert Eggers ha creado no sólo una de las mejores películas de terror del siglo, si no que también una alabanza muy poética a la "Nosferatu" del inigualable Friedrich Wilhelm Murnau.