Este documental dirigido por Alan Elliot y rodado hace 43 años por Sydney Pollack (Memorias de África) muestra el concierto de góspel que Aretha Franklin ofreció en 1972 en la iglesia baptista New Temple Missionary de Los Ángeles.
Durante dos noches, el novato Pollack se dedicó a inmortalizar la grabación de un mítico álbum, que llegó a convertirse en un doble platino gracias a sus buenas ventas a lo largo del tiempo. De esta forma ofrece un testimonio único, gracias a su material inédito, sobre un momento importante en la vida de la reina del soul.