"Que dios nos perdone" de Rodrigo Sorogoyen es un Thriller de policías y asesinos que nos mantendrá en tensión durante toda la cinta. La trama no nos va a sorprender mucho porque es tan sencilla como un asesino en serie que se carga a ancianas y después las viola y la policía detrás, pisándole los talones, se encuentra la brigada de homicidios. Javier Pereira es un asesino ( colaborador con Sorogoyen en "Stockolm", Goya por mejor actor revelación en 2013, donde un ligue nocturno, entre una pareja que se conocen en una fiesta, van a tener un despertar muy resacón con un final inesperado) que mantiene un amor odio por las ancianas por un complejo de infancia que guarda relación con su anciana madre. Personaje desequilibrado y violento ( con cierto parecido a Anthony Perkins en "Psicosis"de Alfred Hitchcock) que mantendrá en jaque mate a la pasma. Éstos últimos mantienen sus neuras con sus propios compañeros del cuerpo ( siempre acaban a broncas y a hostia limpia). Roberto Álamo ( mejor actor de reparto en los Goya de 2013 en "La gran familia española" de Daniel Sánchez Arévalo por interpretar a un anormal que pretende estafar a su familia mientras ven como la selección española de fútbol consigue el mundial , en esta ocasión se lo lleva también, pero, este año, como mejor actor principal) interpreta a un cabronazo de policía que recordaba en parte a José Coronado en la película de Enrique Urbizu "No habrá paz para los malvados". Su papel es el de un madero violento con ganas de bronca permanente. Le acompaña un tartaja, interpretado por Antonio de la Torre con evidentes carencias afectivas en su infancia que las mantiene guardadas en su edad adulta. Así pues, los personajes y la localización en el Madrid del 2011 con la visita del Papa y el calor asfixiante completan un ambiente general más que satisfactorio.
La película recuerda a otras con una misma trama como puede ser "Seven" de Davis Fincher donde Brad Pitt y Morgan Freeman se ven acorralados por un criminal especial un Kevin Spacey muy sádico, donde van apareciendo fiambres machacados por el asesino.
En este caso, las muertas son ancianas con poco atractivo, pero que el loco mantiene una relación estrecha con ellas, las camela con carantoñas hasta que las machaca con brutalidad. La pareja de policías que se encarga del caso es de lo más rarita: un tío que tiene deficiencias en su infancia y le cuesta hablar porque es tartamudo, además de su vida privada que resulta ser deficiente. No sabe como entrarle a una tía que trabaja de asistenta en su rellano. Su compañero, un tío que se pelea con todo quisque del propio cuerpo y que monta trifulcas equivocadas con sus presas con el consiguiente altercado en la vía pública.
La película guarda un ritmo interesante: persecuciones, muertes, pesquisas, broncas. Todo un cúmulo de intriga que te mantiene pendiente durante toda la cinta.